Especial TTC: Una incursión a Viñales, la Gran Caverna de Santo Tomás

Por: José Luis Perelló

Recorrer muchas cavernas y cuevas de Viñales en Pinar del Río -lgunas declaradas por la UNESCO Patrimonio Natural- es uno de los mayores atractivos para el turismo de naturaleza y aventuras. Los operadores turísticos de la zona han agenciado un sistema de guías turísticas, muchas veces con los propios habitantes del lugar, que describen la historia y las características de estos reservorios naturales, uno de los más grandes del Caribe.

Desde los viajes en “canoas”, hasta la caminata por senderos algo resbaladizos y estrechos, una incursión por estos espacios naturales para sentirnos más cerca de lo real y maravilloso de Cuba.

El archipiélago cubano tiene más cuevas que playas o cayos paradisíacos, pues atesora unas 26 mil espeluncas que antaño dieron cobija a corsarios y piratas asoladores del Caribe en los siglos XVI y XVII y también a aborígenes que las habitaron e, incluso, hicieron enterramientos y arte rupestre, así como a esclavos que huían buscando la libertad, los llamados cimarrones.

Los singulares y admirables sistemas cavernarios cubanos tienen además un potencial turístico increíble, no solo por su impresionante belleza, sino también por sus valores históricos y culturales.

En la provincia más occidental de Cuba, se encuentran las cuevas más grandes, más importantes y más visitadas de la Isla; que constituyen atractivos turísticos para los amantes de la naturaleza y el turismo espeleológico. Entre estos paraísos cavernarios se encuentran: la Cueva de Santo Tomás, la más grande del Valle de Viñales y una de las más extensa de las Américas; la Cueva del Indio, una de las más visitadas por los turistas, descubierta en 1920 y que cuenta con interesantes restos arqueológicos y pinturas rupestres; Cueva de Los Cimarrones, un sitio de suma importancia histórica; Cueva de Palmarito, un espacio de completa oscuridad con un lago natural y la Cueva de San Miguel, en el hermoso valle de San Vicente, a cuatro kilómetros de Viñales.

En la visita al Valle de Viñales se observan los majestuosos “mogotes”, elevaciones que existen en muy pocas partes del mundo, y las que más se le asemejan están en China (Huey Ling), Viet Nam (Hi Fong) y Tailandia.  Los mogotes de Viñales presentan muchas variaciones en su forma, algunos aparecen aislados, pero como regla forman cadenas o sierras.

La cima de estos mogotes presenta varios morros, separados por profundas hendiduras u hoyos de montaña, en su interior se encuentran varios niveles superpuestos de cavernas horizontales unidos por cuevas verticales, con salones que alcanzan cien metros de diámetro y altura. En estas formaciones de rocas calizas negras y grises, carentes de porosidad está preservada la historia de la formación del Mar Caribe, y contienen los restos fósiles de animales y plantas que lo poblaban hace 65 millones de años.

En este impresionante geoespacio natural, se pueden recorrer estas cuevas históricas que guardan lo mejor del patrimonio natural cubano y caribeño.

Con la condición de Monumento Nacional, la Gran Caverna de Santo Tomás, ubicada en Pinar del Río, es el sistema geológico de su tipo de mayor relieve del país con sus 45 km de extensión repletos de galerías y salones que causan admiración y un gran interés de especialistas.

Su pertenencia geográfica al municipio de Viñales, región entre las más hermosas de Cuba, se focaliza en la llamada Sierra de los Quemados, dentro de la Sierra de los Órganos o Cordillera de Guaniguanico.

Es considerada además la de mayor tamaño dentro del área que implica a Centroamérica y las Antillas y en ella se destaca la llamada Cueva Escarlata, cuyas formaciones de esa bella tonalidad parecen objeto de fantasía, siendo realmente naturaleza pura. La Gran Caverna de Santo Tomas fue descubierta en la década de 1950 por el científico cubano Antonio Núñez Jiménez y declarada como Monumento Nacional en junio de 1989.

Las investigaciones sobre la caverna comenzaron en el año 1954 por la Sociedad Espeleológica de Cuba. Las cuevas abiertas, eran sólo conocidas hasta entonces por los campesinos de la región en algunas de sus bocas y galerías iniciales.

Los especialistas coinciden en que la Gran Caverna de Santo Tomás se formó gracias a la acción de antiguos ríos subterráneos, que en pasados periodos evolutivos corrían por el sistema de laberínticas galerías que la conforman, con poco más de 46 kilómetros de extensión.

A esto se unió la formación de las columnas de estalactitas y estalagmitas, como resultado del proceso de filtración de residuos minerales de las aguas provenientes de la superficie, que hoy ofrecen un atractivo espectáculo de formas y colores a los ojos de los visitantes, junto a las rocas húmedas que conforman las paredes.

Las evidencias arqueológicas encontradas en Santo Tomás desde que comenzó a ser explorada en el año 1954, dan cuenta de la presencia aborigen en algunas de ellas. Se conoce además que tiempo después, fueron empleadas como refugio de los negros esclavos que se convertían en cimarrones al huir del maltrato que recibían en las haciendas coloniales.

Desde el Centro de Visitantes del Parque Nacional de Viñales se organizan excursiones dirigidas a la Gran Caverna de Santo Tomás. Estas excursiones consisten en la caminata por un sendero de aproximadamente tres kilómetros, que se extiende por la falda de un mogote, guiados por personas experimentadas y conocedoras del entorno, durante casi dos horas de recorrido se puede interactuar con una naturaleza fabulosa, paisaje patrimonial de excelencia, que sorprende por la riqueza de la flora y la fauna.

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