Especial TTC: Turismo Mundial, abriendo paso a la cultura indígena

Por: Frank Martin

La población indígena en todo el mundo es una fuente de cultura única y de la historia de las regiones. También, y probablemente por ello, sus costumbres atraen al turismo internacional.

Existen muchos ejemplos de la importancia de esos sectores ancestrales. En Canadá por ejemplo existe un amplio programa bajo el título de “Original Original” para ayudar a los viajeros a identificar experiencias verdaderamente indígenas y sus valores.

La Asociación de Turismo Indígena de Canadá apoya a los viajeros para que identifiquen experiencias turísticas y posibilita recorridos de observación de la vida silvestre.

Este tipo de turismo de cada región no es, al decir de los especialistas, un fenómeno de espectáculo o de simple curiosidad, sino que es capaz de poner en contacto costumbres de poblaciones que estuvieron separadas a veces por prejuicios y por largos siglos.

En Chile, por ejemplo, la Asociación Nacional de Turismo Indígena (ANTI) lanzó en diciembre el Sello de Turismo Indígena, nacido de un proyecto liderado por investigadores de la Pontificia Universidad Católica de ese país sudamericano.

Expertos creen que tal proyecto aún está en sus inicios y advierten que el proyecto «solo evalúa la autenticidad y no la preparación para el mercado turístico”. En otras palabas defiende la cultura humana en contacto con las experiencias turísticas más auténticas.

Las poblaciones indígenas proyectan, de acuerdo con los que defienden tal actividad, conocimientos y sabidurías de pueblos que en otras situaciones han sido apartados o discriminados.

En otros casos como en México, Chile y Nueva Zelanda, este perfil turístico avanza en sus primeras etapas.

Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Pontificia Universidad Católica de Chile afirmó en 2019 que los pueblos originarios de América Latina se han visto involucrados en el desarrollo del turismo, de una manera u otra.

Sus miembros se emplean en diversas labores relacionadas con la expansión turística. En las últimas dos décadas, la diversidad cultural se diferencia con lenguas, tradiciones, costumbres, artes, visión del mundo y formas que enriquecen al ser humano.

No obstante especialistas en el tema creen que en muchos casos los turistas han sido dejados solos durante mucho tiempo para determinar la autenticidad de las experiencias promovidas como indígenas.

Por eso apuestan por la existencia de programa como Respect Our Cultures de Australia, el cual se ha dirigido en gran medida a regular a los operadores turísticos no indígenas.

El nuevo enfoque que surge, no obstante es en lugar de vigilar a los malos actores, el de celebrar y estimular  a los empresarios indígenas que ofrecen experiencias culturales genuinas.

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