Josep Graells March, presidente de la compañía española de vinos Vallformosa (VFMS), manifestó su interés en el turismo cubano y en incrementar su comercio con la nación caribeña, al comentar que la voluntad de su empresa es crecer y apoyar el creciente mercado turístico cubano para que disponga de productos de calidad que le permitan ser competitiva con otros mercados cercanos en el exigente segmento vinícola.

“Vallformosa apuesta por el mercado cubano desde 2019, y en los dos años de la Covid-19 se integraron a Cuba a través de las empresas importadoras, cuando los productos de la compañía ibérica están al alcance de este mercado”, aseguró el empresario al reiterar el compromiso estratégico de su empresa con la isla, a fin de apuntalar el desarrollo de la industria de los viajes y su calidad.

Señaló que no solo pretenden posicionar sus productos en los establecimientos estatales, sino también colaborar con la Asociación de Sommeliers de Cuba y con el proyecto Mujeres Cubanas del Vino (MUCVI), así como con los restaurantes particulares, en aras de ofrecer formación, detalles y apoyo logístico.

Graells March, adelantó que en breve la firma abrirá una oficina o representación permanente de Vallformosa en La Habana para facilitar la comercialización, promoción y formación relacionadas con sus productos; y destacó que hoy más de 300 viticultores del Penedés dedican sus cosechas a los mejores productos de la labor de Vallformosa.

Una prueba palpable de la integración de la compañía española con el turismo de Cuba la citó el ejecutivo l referirse a la más reciente cena de gala por el Aniversario 55 de la marca de habanos Cohíba, donde estuvieron presentes sus vinos Mistinguett.

Vallformosa es una bodega con 150 años de historia, gestionada por la quinta generación de la Familia Domènech, cuyo origen se sitúa en 1865 en Vilobí del Penedés. (Con información de la prensa cubana)

Ferromar

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