Santiago de Cuba: saberes y experiencias en la recuperación del patrimonio

Castillo de San Pedro de la Roca del Morro. Foto: PIxabay/dassel

Por Yoanna Cervera

Santiago de Cuba cuenta con un patrimonio interesante y a lo largo de 26 años ha venido trabajando sobre él en la ciudad y en los diferentes territorios donde se ubican, con el liderazgo de la Oficina del Conservador. Esta influencia ha sido determinante en el cuidado y conservación del mismo con una articulación de sus diferentes actores. Así lo explica Omar López Rodríguez, director de esa institución en el oriental territorio cubano.

El reconocido arquitecto compartió sus experiencias junto a representantes, especialistas de otras oficinas y estudiosos del tema en un taller organizado por la UNESCO para evaluar las acciones que en este sentido se realizan en el Valle de Viñales para la recuperación de esa zona afectada tras el paso del huracán Ián por Pinar del Río.

López Rodríguez en su intervención apuntó que la isla antillana se encuentra ante un riesgo permanente por su ubicación geográfica en el área del Caribe, hecho que condiciona cada año sea amenazada y azotada por ciclones y otros fenómenos meteorológicos, un hecho que se agudiza en Santiago de Cuba, donde además está latente el peligro sísmico.

 

Arq. Omar López, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba. TTC

«Lo otro a considerar es una línea del tiempo que pasa por una arquitectura colonial, republicana y revolucionaria», significó el arquitecto, lo que apunta a una diversidad de saberes acumulados que tipifican los elementos estructurales de cada etapa, de ahí los que deban usarse en cada obra ante una posible afectación según sus características».

El responsable de la oficina en Santiago de Cuba destacó que el territorio cuenta con un vasto patrimonio donde se incluyen algunos de categorías reconocidas por la UNESCO. Entre ellos suman medio centenar de monumentos nacionales en su gran mayoría de arquitectura vernácula que demandan una atención singular. Apuntó que la estrategia se lleva al unísono en función de la conservación y la salvaguarda donde el pueblo tiene un protagonismo por ser dueño del mismo.

El Conservador de Santiago de Cuba rememoró la huella tras el paso del huracán Sandy, una noche larga que destruyó parte del patrimonio de cientos de años, en una situación de alta complejidad donde colapsaron redes de electricidad, edificios, viviendas, sistemas de áreas verdes, y cientos de tumbas.

Estos antecedentes condujeron a la proyección de una estrategia amplia a corto y largo plazo, con varios proyectos en los que se han avanzado a lo largo de estos años con la integración de varias instituciones y organismos internacionales que han apoyado en este propósito.  Entre las principales obras destacan el  Museo de Velázquez, la Catedral, el área Monumental 26 de Julio, el Morro, los trabajos en el Cayo, el Cementerio Santa Efigenia y el proyecto del Camino de Café, entre otros. En cada uno se han logrado proyectos con estudio de cada material, se han acopiado los recursos necesarios y se han implementado las alternativas con el quehacer de técnicos, especialistas y estudiantes de la escuela taller.

Vista desde el Morro de Santiago de Cuba. Pixabay/mailanmaik

Tras una década del desastre, Santiago de Cuba va dejando atrás aquella imagen y su patrimonio revive con la labor de la oficina del conservador que a su vez interactúa con otras de su tipo en el país en el propósito de establecer alianzas, compartir esfuerzos, experiencias y buenas prácticas, concluyó Omar López, un hombre de experiencia y hacer incansable para quien el patrimonio es motivo de orgullo, responsabilidad y sensibilidad.

«Ante momentos difíciles queda el empeño y la voluntad de querer hacer, de ahí el liderazgo de la  Oficina del Conservador y su equipo como motor impulsor en la batalla por la preservación y restauración».

 

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