Santa Lucía. Foto: Cuba Travel

Si se habla de Cuba será obligado mencionar sus hermosas playas de arenas blancas y aguas turquesas entre sus rasgos distintivos. Pegado a su identidad de isla, que marca toda su historia y cultura, hay playas que enamoran por la música, por los platos típicos y la alegría contagiosa de la gente. Pero también hay playas cubanas especiales por ese aire de serenidad y tierra virginal, donde tumbarse en una hamaca a leer un libro y ver la fauna tropical puede hacer la diferencia en tus vacaciones de verano. Una de esas playas de calma y descanso es Playa Santa Lucía, cautivante por la belleza de su entorno y arrecifes de coral.

Se sitúa en la localidad del mismo nombre, a unos 110 km al norte de Camagüey. Es un resort solitario turístico con una playa de 20 km de largo que compite con Varadero en ser la más larga de la isla de Cuba y que marca la memoria del viajante por la observación de aves tropicales que surcan sus cielos y arenas usualmente.

Rodeada de arbustos frondosos y de rosados flamencos, Santa Lucía es un sitio al que el alma pide volver.

Su mayor atractivo para los turistas, además de su encanto natural, es sus aguas color jade y su arena dorada, sus arrecifes con fácil acceso a pocos klómetros de la isla, son otro de los espacios de tranquilidad marina, atrayentes para los amantes del buceo contemplativo y la fauna subacuática.

Playa Santa Lucía cuenta además con una infraestructura hotelera en armonía con el medio ambiente, para el disfrute placentero de sus visitantes y la responsabilidad natural.

(Con información de Cuba Travel)

Ferromar

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