Carlos Ávila Pedraza. Foto: Cortesía de la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán

Sobre el legado cultural, histórico y natural de trascendencia mundial que posee Yucatán, así como de los programas y experiencias positivas en la gestión sostenible del turismo en ese destino, comenta en entrevista exclusiva a Travel Trade Caribbean el Ing. Carlos Ávila Pedraza, subsecretario de desarrollo turístico sustentable de la secretaría de fomento turístico de ese estado.

A manera de introducción, el Ing. Ávila explicó que en Yucatán se logra la gestión turística sustentable de los destinos de gran valor patrimonial en sus zonas arqueológicas bajo el resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en coordinación con el Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos del Estado de Yucatán, organismos que regulan el turismo a través de un plan de manejo de estos importantes íconos de la región y México.

Apoyada por ambas instituciones, la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur), liderada por la Lic. Michelle Fridman Hirsch, coadyuva a la integración anual de los planes de salvaguarda, a la vez que establece estrategias para la promoción turística y regula la llegada de visitantes de acuerdo con las capacidades de carga del sitio y las diversas condiciones, como es el actual reto de la bioseguridad sanitaria. La Secretaría, además, implementa un programa integral de capacitación y profesionalización para quienes prestan servicios y busca atraer inversiones alrededor de esos sitios con el objetivo de beneficiar a las poblaciones receptoras.

Yucatán diversifica su oferta turística. Foto: Cortesía de la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán.

Bajo este contexto –continúa– «la diversificación de la oferta turística, que privilegia su descentralización hacia el interior y aprovecha como punto de distribución a la capital del estado, contribuye al desarrollo económico-social y a la conservación de los recursos naturales y culturales a través del turismo, en tanto genera empleos y flujo de recursos para las comunidades».

«En Yucatán estamos trabajando en la implementación de un modelo de Calidad Turística para todos los sitios de la industria y en la certificación de cenotes, por ejemplo, a través de una estrategia que se estableció en conjunto con las secretarías de Desarrollo Sustentable y de Salud, y que posibilita establecer parámetros para certificar y garantizar la sostenibilidad de los sitios turísticos icónicos, sobre todo, su legado y conservación a corto, mediano y largo plazo.

«Asimismo, se busca convertir al turismo en un motor de desarrollo económico y social que coadyuve a la conservación de los recursos culturales. A través de la capacitación y sensibilización se ha comprometido a las poblaciones residentes a hacer del turismo una herramienta de transformación positiva y de desarrollo inclusivo y sostenible, a través de la promoción y conservación de la naturaleza, cultura, gastronomía y artesanía, y de su misma gente. Implementado adecuadamente, ello genera identidad y empoderamiento del recurso para fortalecer el sector y garantiza la sostenibilidad a largo plazo y el legado a generaciones venideras».

Pueblo mágico de México. Foto: Cortesía de la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán.

Obviamente, hablando de sustentabilidad no podría omitirse el tema de los Pueblos Mágicos, emblemáticos modelos de turismo sostenible, aunque para el subsecretario de Desarrollo Turístico, todo el estado «en términos generales es mágico en todos los contextos; es singular por varios atractivos simbólicos… una autenticidad muy peculiar». Yucatán contaba solo con dos Pueblos Mágicos (Valladolid e Izamal), y en 2020 se incorporaron Maní y Sisal.

Ávila Pedraza esbozó el proceso de designación de los Pueblos Mágicos: para cada uno de estos lugares se conforma un expediente integrado con una serie de requisitos, un programa de Desarrollo Turístico y un plan de acciones a corto, mediano y largo plazo en el cual los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la vocación de sustentabilidad juegan un papel muy importante, enfocado esencialmente en cinco grandes rubros que habría que cumplir para garantizar que estos pueblos sean sostenibles y exitosos: infraestructura básica de servicios y turística, como es la imagen urbana; capacitación y profesionalización; promoción, identificando los mercados meta y potenciales; atracción de eventos; e inversiones.

«Una característica peculiar de estos destinos –opinó– es su identidad, tradición, auténtica gastronomía y la conservación de la arquitectura de los inmuebles desde la época prehispánica a la colonial, de manera que a través de sus calles se pueden rememorar historias y acontecimientos, atributos realmente excepcionales. Es un honor pertenecer al programa de Pueblos Mágicos que ha sido tan exitoso en el ámbito nacional; incluso hay gente que se dedica a ‘coleccionar’ Pueblos Mágicos y visitan uno a uno, de ahí su importancia».

Yucatán apuesta por el turismo sustentable. Foto: Cortesía de la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán.

El nombramiento conlleva ciertas responsabilidades, derechos y obligaciones de los gobiernos municipal, estatal y del propio de la República, así como de la sociedad civil para gestionar recursos humanos y materiales que permitan promover sus valores turísticos y que garanticen su permanencia en el programa. En el caso de Yucatán, «nos proponemos mantener esos nombramientos e incrementar el número de Pueblos Mágicos».

En otro orden, Yucatán cuenta con seis regiones turísticas: Mérida –Capital Cultural y Gastronómica del sureste–, Capital del Mundo Maya, Riviera Yucatán, Puerto Maya, Ruta Puuc y Aldeas Mayas, y Cenotes y Haciendas. Reveló el funcionario que en las mismas se ha «establecido una vocación puntual bajo la premisa de garantizar el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible establecidos por la ONU (…); ha sido un elemento fundamental o una variable básica habernos apegado a los referidos preceptos, máxime a impulsar productos turísticos innovadores: gracias a eso, hoy tenemos campañas como 365 Días en Yucatán diseñada para vivir una experiencia diferente cada día del año sin repetir ninguna».

Más adelante destacó el producto Aldeas Mayas, donde «se observa que en nuestro estado pervive una cultura maya en comunidades indígenas y un legado de los yucatecos para el mundo; también tiene que ver con la necesidad de diversificar la oferta turística hacia el interior del estado. Hoy en día, más que nunca, existe una tendencia global hacia experiencias vivenciales, hay una necesidad clara de revalorización de este patrimonio maya y también existe una contracción económica de recursos, tanto federales como de la iniciativa privada, por lo que, con este programa de Aldeas Mayas, nos hemos alineado estratégicamente con los planes Nacional de Desarrollo y de Desarrollo del Estado, y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030».

En Yucatán pervive la cultura maya en las comunidades indígenas. Foto: Cortesía de la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán.

Se trata de un producto turístico comunitario innovador, ubicado en un entorno rural y natural que busca contribuir al desarrollo económico y social de la población indígena maya de manera endógena y sostenible. Es un programa de turismo cultural, rural, gastronómico y de naturaleza que reconoce la riqueza y el potencial de las comunidades indígenas mayas, básicamente desde la tipología arquitectónica de los espacios que ellos habitan. Articula a las comunidades con los centros turísticos mayas, es decir, desde la concepción de la aldea maya original se está influyendo también (a través de la iniciativa privada) a que los centros mayas sean receptores que después distribuyan hacia las aldeas tradicionales.

Como colofón de la entrevista, enfatizó el papel que jugará la sostenibilidad en la recuperación del sector turístico en Yucatán, sobre la base de que está focalizado hacia la preservación y difusión del rico patrimonio maya para el mundo: «es un programa incubado en Yucatán que busca permear hacia el interior de otros estados que también albergan a la cultura maya».

En su opinión, «se trata de poner en valor turístico a las comunidades indígenas mayas de Yucatán a través de experiencias vivenciales para el turismo nacional e internacional que incorporen gastronomía, artesanía, medicina tradicional, vestigios arqueológicos, forma de vida, lenguaje, costumbres y tradiciones, productos agrícolas, agroturismo, senderismo, vivienda y demás elementos que se propugnan en la cosmovisión que prevalece en la comunidad maya contemporánea, focalizado a salvaguardar su patrimonio y generar riqueza y desarrollo social para las comunidades marginadas que más lo necesitan».

Yucatán apuesta por el turismo sustentable. Foto: Cortesía de la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán

Este programa persigue beneficios tales como: aumentar la afluencia de visitantes hacia el interior, incrementar la demanda económica, diversificar la oferta turística del estado, generar una protección del patrimonio maya, detonar al turismo rural como un elemento fundamental y, sobre todo, generar empleos e impulsar el desarrollo económico.

«En todo caso y en todo momento, una de las filosofías principales de este programa a largo plazo es que sea soportable en lo ecológico, viable en lo económico y equitativo en lo social», concluyó.

Ferromar

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