Foto: Tobias Tullius / UNSPLASH

Para la Organización Mundial del Turismo (OMT) un “turismo sostenible es aquel que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales, para satisfacer las necesidades de los visitantes, la industria, el entorno y las comunidades anfitrionas”, cuyas “directrices y prácticas de gestión se aplican en todos los tipos de destinos y segmentos y a todas las modalidades”.

Los principios de sostenibilidad se apoyan sobre un equilibrio adecuado entre las dimensiones ambiental, económica y sociocultural del desarrollo turístico, que implica: dar un uso óptimo a los recursos medioambientales; respetar la autenticidad patrimonial de las comunidades anfitrionas; y asegurar beneficios económicos viables a largo plazo, y que sean bien distribuidos hacia las comunidades anfitrionas, incluidas las oportunidades de empleo.

Tales preceptos accionan en diversas áreas identificadas por la OMT: Diversidad biológica, Cambio climático, Iniciativa mundial sobre turismo y plásticos, Soluciones energéticas para hoteles, Observatorios de Turismo, One Planet, Pequeños estados insulares en desarrollo, Uso eficiente de los recursos, Facilitación de los viajes…

La OMT parte de la premisa que “el turismo, si se planifica y se gestiona con responsabilidad, ha demostrado su capacidad de contribuir a la creación de empleo, promover una integración social inclusiva, proteger el patrimonio natural y cultural, conservar la biodiversidad, generar medios de vida sostenibles y mejorar el bienestar de las personas”.

En correspondencia, promueve un progreso turístico que favorezca, en igual medida, la conservación de la biodiversidad, el bienestar social y la seguridad económica de los países y comunidades de acogida, y se apoya para este empeño en la Red Internacional de Observatorios de Turismo que da seguimiento al impacto económico, ambiental y social en los destinos.


Por supuesto, como organismo especializado para el turismo de las Naciones Unidas (ONU), la política y la estrategia para el desarrollo turístico sustentable de la OMT responden coherentemente a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, (2015-2030), que poseen una visión global y procuran propósitos tales como: eliminar la pobreza y las desigualdades, garantizar una educación de calidad, evitar la degradación ambiental y establecer los caminos que conduzcan a un mundo más próspero, con paz y justicia.

Los ODS responden a una iniciativa impulsada por la ONU (aprobada el 25 de septiembre de 2015 por los líderes mundiales) y constituyen directrices para el sector del turismo, toda vez que este tributa, en mayor o menor medida, a la mayoría de dichos objetivos. Fueron fijados dentro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y dan continuidad al expediente de desarrollo tras los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ODM, (2000-2015) de la propia ONU, con la adición de nuevas esferas.

Asimismo, en este contexto, la OMT prepara regularmente informes para la Asamblea General, contentivos de: aplicación de las resoluciones de la ONU concernientes al desarrollo sostenible; recomendaciones encaminadas a promover un turismo sustentable y resiliente; e información actualizada de las políticas de turismo sostenible de los Estados Miembros de la OMT y de las Naciones Unidas, así como de los organismos y programas competentes del sistema de la ONU.

En estos tiempos de pandemia, en su condición de rector global sectorial y enmarcado igualmente en la filosofía por una actividad turística sustentable, la OMT constituyó el Comité Mundial de Crisis para el Turismo con el fin de guiar posibles respuestas a los conflictos generados por la COVID-19 y sentar los cimientos para impulsar la resiliencia futura y el crecimiento sostenible.

A tal fin, presentó un conjunto de indicaciones para ayudar a la actividad turística a emerger más fuerte y más sostenible de este trance, respecto a lo cual el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, afirmó: “Estas directrices proporcionan, tanto a los gobiernos como a las empresas, un conjunto exhaustivo de medidas diseñadas para ayudarles a abrir de nuevo el turismo de una manera segura, fluida y responsable”. 

Ferromar

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