La Habana: “Una ciudad que se presenta ante la posteridad con las manos llenas”

Foto: Cortesía del Mintur

Nuevamente es 16 de noviembre y La Habana celebra. Hoy cumple 501 años de vida, de historia, de maravillosa existencia. “La Habana, una ciudad que se presenta ante la posteridad con las manos llenas”, así a definió su eterno Historiador, Eusebio Leal, hace cerca de dos años, cuando se gestaban los festejos por su medio milenio. En esa ocasión, nos contó parte importante de la génesis de esta incomparable ciudad.

Contaba Leal que “El nombre de La Habana ha sido motivo de muchas especulaciones. La más cierta y aproximada a la verdad es la carta de relación de Diego Velázquez al Rey en la que habla del Cacique Habaguanex”.

Para varios historiadores Habana es y procede de Habaguanex y lo definen como tierra o señoríos de Habaguanex; pero el nombre con que se conocerá inicialmente será San Cristóbal, nominación que respondió al ritual establecido por los colonizadores según el cual cada villa fundada en la época tenía nombres españoles o con una mezcla de lengua española e indígena.

La Habana: “Una ciudad que se presenta ante la posteridad con las manos llenas”

Foto: TTC

Reveló el historiador que “en el año 1514 La Habana como un campamento se estableció en un punto de la costa sur de la actual provincia aún no determinado.” A la arqueología corresponderá en un futuro encontrar las huellas inequívocas que los colonizadores y la comunidad indígena en su difícil encuentro con la conquista española dejaron como testimonio de su paso por aquellos lugares.

El campamento fue efímero en la costa sur y el asentamiento se desplazó lentamente hacia un punto más alto acorde también a los intereses de los conquistadores que se movieron desde lo que es hoy América del Sur hacia el Norte en lugares como el estrecho de La Florida.

Mucho tiempo antes, convencido en su largo peregrinaje por la costa sur a bordo de sus naves en su último viaje alrededor de Cuba, el almirante Cristóbal Colón creyó que se trataba de parte de un continente inhóspito y no aquella tierra maravillosa que contempló al entra en las aguas cristalinas en las costas de Holguín.

En 1508 se hace un bojeo en torno al territorio para comprobar la insularidad de Cuba lo cual queda establecido cuando Sebastián de Ocampo llega al puerto de La Habana, cuyo nombre da título a la ciudad.

“En 1519 se producirá el encuentro entre los conquistadores encabezados por Hernán Cortés y el Emperador Moctezuma II, momento en que La Habana, según la arraigada tradición no documentada se encontraba en el lugar junto al puerto de su mismo nombre.”

Afirmaba Eusebio Leal que el calco que se conserva de una de las lápidas encontradas en una columna de la Plaza de Armas da cuenta de que, “en el año 1519, a la sombra del árbol –en alusión a la ceiba que simboliza el nacimiento de la villa- se fundó la ciudad. El plano más antiguo que se conoce de la urbe –añade el historiador- muestra en la Plaza, a una ceiba, “no como un objeto anacrónico, sino como algo que está unido al conjunto monumental de La Habana.”

La Habana: “Una ciudad que se presenta ante la posteridad con las manos llenas”

El Templete se ha mantenido como el sitio donde cada año se celebra la fundación de la ciudad. Foto: Diego Grandi/132rf

Comienza entonces la larga vida de una ciudad despierta, heterogénea, siempre de todos, símbolo marcado por el hecho de ser una de las ciudades más antiguas del continente americano.

El abogado Alonso de Cáceres fue el encargado de la hacer la legislación municipal de La Habana, igualmente añeja, y es quien redacta las normas de cómo se construirá la ciudad en ese presente y en el futuro, por lo que sentó las bases de la actual legislación municipal cubana.

Para establecer la autoridad -relataba el historiador- se reunían los congregados en el sitio escogido y se constituía una forma de gobierno: el cabildo se “ayuntaba” –en Galicia yunta significa gobierno- para gobernar y se elegían alcaldes, regidores, un juez de paz y se hacían distribuciones territoriales.

Otras memorias hablan sobre los nombres de barriadas como El Vedado: “(…) ya los conquistadores habían tomado las tierras que van desde los Puentes Grandes hasta la desembocadura del río La Chorrera como tierras privilegiadas para el cultivo. No obstante, el cabildo prohibirá terminantemente cortar cedros, caobas y otros árboles en esa zona, de ahí que se le llame Vedado, “el campo Vedado” porque se facilitaría el ingreso del enemigo.”

La Habana: “Una ciudad que se presenta ante la posteridad con las manos llenas”

Hoy La Habana es uno de los principales destinos turísticos de Cuba. Foto: 123rf

Cada detalle descubre una nueva arista de La Habana en la que viven más de dos millones de personas, visitan cientos de miles y otros la añoran o esperan conocer.

Como aseguraba su historiador “La Habana de 1519 no es solo la ceiba y la parte antigua. La Habana es hoy un todo histórico en sus barrios, en todos sus espacios, desde San Miguel del Padrón hasta 10 de Octubre, Cerro, Centro Habana, Plaza en la actual división territorial formada por 15 municipios; pero se definen en ellos claramente regiones con una historia particular dentro de la unidad de la ciudad”.

En ese momento hizo un llamado a recordar La Habana gloriosamente defendida por sus fundadores, en 1535 asaltada por lo franceses, en 1550 de nuevo asaltada, cuando un grupo de hombres encabezados por Juan de Lovera la defienden y se convierten en los primeros hombres en tomar las armas por la ciudad.

La Habana: “Una ciudad que se presenta ante la posteridad con las manos llenas”

Foto: Mintur

La Habana en la cual se produce un crisol entre el conquistador y los conquistados. Caracoles tallados, ollas, y otros instrumentos hallados en la Plaza de Armas, junto al Templete, debajo del Palacio de Gobierno dan fe de que “ellos están allí y son una gota de sangre que corre por nuestro torrente actual, con la sangre de la España diversa, de esa indigenitud tantas veces olvidada y también del África grande y diversa.”

Subrayó Leal el legado de una ciudad que en su arquitectura recuerda el sur de España, el mundo árabe, el Norte de África, que va desde el pre-barroco, el Barroco, el Neo-clásico que se observa en El Templete, “en el eclecticismo de Centro Habana y otros espacios de la ciudad donde se cumple aquel principio de todos los estilos y ninguno”.

Explicó que su escudo exhibe tres castillos y una llave que significa el poder de la ciudad, su carácter de llave en el Golfo de México que comparte con el escudo de la República, la plata que significa su riqueza espiritual y el campo azul que representa su nobleza.

La Habana: “Una ciudad que se presenta ante la posteridad con las manos llenas”

El discurso de la restauración no es un discurso reaccionario ni pasado. No se puede ir al futuro sino desde el pasado. Para el rescate de los valores en los que se une lo material y la inmaterial trabaja desde hace años la Oficina del Historiador en nombre de la nación, afirmó.

Convocó entonces a una educación ciudadana que cuide y respete La Habana de todos los cubanos. Cápita quiere decir cabeza –recuerda- y afirma que la capital es la cabeza del Estado, es el centro donde se encuentran los símbolos del poder y de la autoridad pública, es una superior entre iguales, “por eso me alegro de que hoy sea más representativa, menos elitista, más compartida por cubanos de toda Cuba que son bienvenidos (…).”

Al decir de Leal, La Habana es también lo que ocurrió y ocurre dentro de ella: “es La Habana de la música, de los maestros y educadores, (…) de la defensa de la Revolución, La Habana de las milicias, de los macheteros, de los trabajadores y constructores, La Habana de los artistas, La Habana de todos, esa es la que queremos conmemorar.”

Como resumió su Historiador, la capital de Cuba es, c“una ciudad que se presenta ante la posteridad con las manos llenas.”

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