Zona costera (Imagen alegórica). Foto: Pixabay

La Cueva Animal Flower está en el extremo más al norte de Barbados, en la parroquia de St. Lucy, y es uno de esos sitios que por su magia y su peculiaridad simplemente no se parece a ningún otro y dan esa sensación de ser una puerta a otro sitio.

Es una cavidad formada por el golpear del mar sobre la piedra costera, pero de un modo tan interesante, que numerosos orificios naturales permiten ver el mar desde una perspectiva diferente.

El nombre se debe a un tipo de anémona de mar que vive en las piscinas de la cueva, algunas de las cuales son tan profundas que se puede nadar en ellas a modo de piscinas naturales, donde también el buceo es un plato fuerte.

Los muros internos de este templo natural tienen formaciones que han sido coloreadas en verde y marrón debido a la oxidación del hierro y el cobre presentes en ellos, aportándole matices insospechados.

Los acantilados alrededor de la cueva también son buenos puntos panorámicos de la costa norte, sitios para ver como el majestuoso océano se estrella una y otra vez contra ellos. Lo cierto es que la cueva es poco conocida pero eso la hace todavía más interesante, aunque según cuenta la historia local, a comienzos del siglo XX era lugar de bailes y reuniones secretas, y de ello dan fe los ganchos donde se colgaban las lámparas, que aún permanecen en este misterioso y bello sitio.

Hay varios escalones de coral que descienden a la cueva y fueron tallados en 1912. Allí abajo te esperan las piscinas de aguas calmas y casi mágicas, gracias a la luz que se cuela por los agujeros. En los días calmos se puede nadar y después puedes salir y beber y comer algo en el bar que funciona sobre el acantilado desde 1961.

¿A que has dado con un destino verdaderamente único? No nos cabe duda.

(Con información de Sobre Caribe y @animalflower246)

Ferromar

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