FITUR 2021 se mantiene presencial del 19 al 23 de mayo

La ilusión está recuperándose entre los profesionales turísticos. Las dos últimas semanas se ha apreciado un incremento sostenido de las reservas de viajes. Ante el aumento previsto de la vacunación desde este mayo, y gracias a que finalmente no ha estallado la temida cuarta ola, la previsión en adelante es que cada día mejore al anterior, destaca un reporte de Preferente.com

El vuelco del ánimo se fundamenta en la previsión de que las restricciones van a relajarse desde dentro de poco tiempo. Se espera que mitad de mayo los principales emisores de Europa anuncien sus reglas para poder viajar por el continente. Todas las empresas turísticas están acercándose a trabajar con normalidad con el propósito de captar todo este «boom» de ventas en el horizonte.

El fin del estado de alarma el 9 de mayo y el anuncio de Boris Johnson de su semáforo para los viajes el 17 de mayo son las dos fechas claves para las que se espera un estallido de reservas. Mayo aparece por tanto como un mes que va a significar el punto de inflexión definitivo en la irreversible recuperación turística, que tiene un antecedente en el auge de estas semanas que vive el Caribe.

El otro propulsor del ánimo para la industria turística de este mes de mayo va a venir de la mano de Fitur. La edición de este año va a ser la primera feria presencial para una inmensa mayoría de profesionales hispanohablantes desde precisamente la última de enero de 2020, lo cual aumenta el interés y la prioridad de todos los que conforman el sector para asistir aún con todas las restricciones.

Fitur vivió el pasado año su edición más espectacular y masiva, y este año será la más especial e irrepetible. Se esperan unos pasillos más espaciosos, menos abrazos pero mucho más calor climático, todos entre mascarillas y con una mezcla de desgaste por los meses más duros que jamás imaginó el sector, y la esperanza de un horizonte de crecimiento sostenido sin fin a corto plazo, al venir de mínimos.

España afronta por lo tanto un vuelco anímico que ya se está viviendo en otras potencias del mundo, y lo hará gracias al empuje de una industria turística que ha estado prácticamente hibernando más de un año. Un turismo que va a ser decisivo para el resurgir de la cadena en la que se apoya, desde restauradores a agricultores, y a proveedores de maquinaria y de construcción.

Una enorme cantidad de empresas han quedado por el camino, sobre todo en el eslabón más débil como son las agencias ante la falta de ayudas públicas, de igual modo que miles de trabajadores han sido despedidos de una industria que ha consumido casi toda su liquidez. El sector sale más cargado de deuda y con necesidad de vender patrimonio para asegurar su tesorería, pero con una proyección optimista.

Ferromar

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