Por Frank Martin

¿Vale la pena hacer turismo para poder dormir bien? Expertos en el tema dicen definitivamente que sí.

El motivo que tienen esos especialistas quizás lo sabe el mundo entero. Dormir bien es una puerta a la felicidad personal, se dice. Y los obstáculos que se levantan entre nosotros y una buena noche de sueño son diversas. Pero uno de ellos es precisamente el tiempo que exigen las diversiones en días vacacionales.

Ocho horas de sueño es una situación para muchos de ensueño. Para quienes se ocupan de la salud incluso en el tiempo de descanso, no cumplir con esa máxima como método de vida puede ser peligroso. «A medida que se acortan las horas dedicadas al sueño la calidad de vida decae”, advierten los médicos.

A menos sueño, más cansancio físico y mental; y todo el asunto puede llevar a confusión mental y somnolencia permanente. Estas afirmaciones son indiscutibles y por ello han entrado en el libro de las preocupaciones no solo para la ciencia sino también para el turismo de Bienestar.

Este último, ya muy bien afincado en el mundo de las ofertas, es una manera de pasar vacaciones que tienen cada vez más seguidores. Además, de la certeza de que para dormir es necesario estar bien cansado, existen además métodos bien estudiados para atraer el sueño, sin exageraciones.

Técnicas que coexisten hace tiempo en grandes, medianos y pequeños hoteles son, entre otras, los masajes nocturnos, zonas de silencio, suave tratamiento musical y otras. El «Turismo del Sueño» (podemos llamarle así) es más sofisticado. En ocasiones mucho más y -sí- a veces un tanto más caro.

Los expertos innovadores no gustan de las antiguas soluciones que describen como de corto plazo. Se ocupan más bien de «mundos del sueño reparador» que pueden incluir consultas médicas, planes nutricionales, regímenes de ejercicio y sesiones de meditación para permitir una salida fructífera de la rutina.

Tiernamente, los que así piensan alientan a una autoeducación de cierta manera única, compleja y hasta delicada. Hablan con pruebas de los “Retiros del Sueño” en los que se aprende a dormir, a descansar sin dejar a un lado los ritmos circadianos.

En este mundo de conocimientos en el que vivimos todos probablemente saben que son los ritmos circadianos. Quien escribe se exceptúa de tales conocedores y tras averiguarlo se lo explica a los lectores: Un ritmo circadiano, o ciclo circadiano, es un proceso interno natural que regula el ciclo de sueño y vigilia; y se repite aproximadamente cada 24 horas. Puede referirse a cualquier proceso que se origina dentro de un organismo y responde al medio ambiente.

Todo se explica fácil, pero para lograr tales atmósferas que garanticen dormir de manera reparadora sin arriesgar aburrimientos inigualables hace falta incluso cierta filosofía.

En Internet pueden encontrarse ejemplos.  Uno de ellos describe un hotel en Italia con habitaciones diseñadas para que sean más «amigables para dormir».

Ofrecen habitaciones equipadas con sistemas de alta tecnología que, por ejemplo, podrían reducir la radiación de los dispositivos electrónicos o detener incluso el envejecimiento.

¿Son portentos que llegarán a controlar la industria universal del ocio? Difícil de decir.

En el Caribe, con sus arrullos del mar, de palmas y de música adecuada algunos hospedajes se adelantan a las respuestas. Un hotel en una de las islas usa el sugestivo nombre de Excelente para Dormir.

Según un huésped complacido no existen lujos en sus habitaciones, pero las noches son de lujo sobre camas muy confortables, canales internacionales de TV y ágiles empleados que cumplen con pedidos gastronómicos muy rápido.

Los precios son sin exageraciones y si llueve, dentro en el hotel se ofrecen buenos espectáculos nocturnos y cenas. Todo muy “a la antigua”.

Solo mientras no llegue la Era del Ciclo Circadiano.

Ferromar

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