Foto: ©YANA TATEVOSIAN/123 RF.


Por Frank Martin


Desde el punto de vista del cambio climático, el ángulo cataclismico del asunto, la ola de calor que afecta actualmente a la parte del mundo en pleno verano no puede ser peor. «Colapso de glaciares, inundaciones y el aire sofocante hablan por sí solos.


Pero también es cierto que el turismo internacional, y en especial en regiones como el Caribe, los antídotos sobra al menos por el momento y si se encuentran los caminos adecuados, por muchos años más.


Para muchas personas que gustan del Caribe para sus vacaciones la mejor temporada para visitar las islas es desde diciembre hasta mayo. El buen tiempo caribeño en esa época es indiscutiblemente agradable, con brisas frescas que no son interrumpidas por el frío de otras latitudes.


Cierto que de junio a noviembre los huracanes se mueven por el área. Pero los sistemas de detección temprana y de evacuación cada vez se perfeccionan más en las islas que, dicho sea de paso, sufren el riesgo de esas tempestades pero no siempre deben enfrentarlas según las estadísticas.


El cambio climático, además, amenaza a prácticamente todo el planeta, con distintas características según las regiones.


Los científicos estiman que esta transformación amenaza a playas con la desaparición, hacen de las tormentas un evento más frecuente, causa sequías e incluso disminuye nevadas, depende el lugar en el cual azote.


Hace unos años la Organización Mundial del Turismo (OMT) reconoció lo vulnerable que es la industria del sector al cambio climático. Puede causar Incendios forestales, nuevas enfermedades infecciosas, pérdida de biodiversidad, plagas de medusas causadas por el calentamiento de los océanos y otros fenómenos negativos.


Ello ayuda a algunos especialistas a afirman que el calentamiento quizá haga de las regiones más frías las más populares para el turismo.


No obstante el criterio, las personas de vacaciones siguen viajando a países tropicales en verano.


En Europa los pesimistas toman como ejemplo a Mallorca, entre las islas más populares por sus extensas playas que estiman bajo un severo riesgo turístico.


Pero Mallorca puede presentar un número récord de invitados este verano durante el cual las quejas sobre ola de calor llueven en países no tropicales.


¿Y cómo lleva el Caribe la ola de calor de 2022?


La respuesta es, como durante otros veranos anteriores: «Bien».


El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), una entidad internacional, afirmó que habrán máximas de 37 grados centígrados siempre y cuando lo permita la poca nubosidad.


Sin embargo, no se reporta alarma ni emergencias especiales.


Una publicación en Internet explica que las vacaciones en el Caribe se presentan en la mente de la gente «como la típica estampa bucólica de alargadas palmeras, dorada arena y aguas cristalinas para disfrutar con temperaturas que rondan los 28 grados y bajo un cielo azul intenso».


Entonces la lluvia suele suavizar los efectos el calor. Ell mar, los ríos, la sombra de los árboles y la brisa son aliados caribeños contra los veranos demasiado fuertes.. «Ni siquiera en agosto el calor puede mellar la belleza de las playas», dijo a TTC un turista español que visitaba Cuba.


Nadie niega que que diciembre a mayo son meses perfectos para disfrutar esa parte del mundo. Pero el verano no es para nada despreciable.


En Cuba por ejemplo una cadena hotelera muy reconocida anuncia cielo despejado y paseos bajo el sol de la mañana. Y la brisa marina.


Desde el Caribe las ofertas llueven para visitar playas en Cuba, República Dominicana, México, Jamaica y muchos otros destinos.


Y si la canícula es demasiado severa, quizá se incline por cócteles en los cuales el hielo, con ortos ingredientes paradisíacos pueden disipar el calor en un momento.
FM

Ferromar

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