Un año de turismo digital y sueños postergados

Foto: Kostiantyn Zibert/123rf

Por Frank Martin

Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), un tercio de los destinos de ocio internacionales están ahora completamente cerrados a los turistas debido a la pandemia mundial.

Es decir, uno de cada tres lugares dedicados a la industria del ocio está totalmente paralizado.

Es paradójico que uno de los «impulsores» de estos cierres actuales hayan sido el resultado de reaperturas frustradas por el repunte de epidemias que pueden llevar a la industria del ocio a una inactividad prolongada.

Ello prueba que no son solo los destinos que no pudieron abrir hasta ahora los causantes porque aún enfrentan altas tasas de Covid-19.

Otros cierres fueron provocados por nuevas variantes del coronavirus cuya amenaza real aún no se ha estudiado adecuadamente.

Esta situación afecta con frecuencia a las regiones turísticas de Asia, el Pacífico y Europa.

La OMT publicó un informe sobre las restricciones de viaje que están activas en más de 200 destinos.

En el peor de los casos, la reapertura iniciada en el segundo semestre de 2020 finalizó durante el riesgoso primer bimestre de 2021.

Los hallazgos al respecto indican que el pasado febrero el 32 por ciento de todos los destinos en el mundo, alrededor de 69 en total, estaban completamente cerrados a los viajeros de vacaciones.

La situación revela que los gobiernos son cada vez más cautelosos ante la epidemia.

Un alentador 34% de los destinos mundiales se cerraron solo parcialmente a los turistas internacionales el mes pasado como un primer paso de la recuperación.

En tales circunstancias, la OMT no ha dejado de lado sus esfuerzos para estimular la reactivación turística, aunque no ha estado en desacuerdo con las restricciones a los viajes recreativos.

El secretario general de la OMT, Zurab Polilikashvili, dijo a este respecto que «ahora, mientras trabajamos para reactivar el turismo, debemos reconocer que las restricciones son solo una parte de la solución».

Con esto, Polilikashvili llamó la atención sobre la necesidad de que las respuestas a la actual epidemia no sean absolutas y herméticamente drásticas.

Aconsejó a las autoridades que para determinar los cierres de destinos deben basarse en «los datos y análisis más recientes que deben ser revisados constantemente para luego permitir un reinicio seguro y responsable de un sector del que muchos millones de empresas dependen lo antes posible.

El análisis de la organización encontró «diferencias regionales» en estas decisiones, algunas más absolutas que otras.

Apoyó que las decisiones de cierre se basen en estudios cuidadosos basados en pruebas y riesgos y en posibles restricciones distintas del cierre total.

En muchos países aún afectados por un elevado número de personas infectadas por el coronavirus, se aplican medidas para evitar niveles inaceptables de propagación de la epidemia.

Los expertos creen que el cumplimiento de acciones como la limitación y no el cierre total de viajes, las pruebas de PCR negativas obligatorias y las cuarentenas pueden ser buenas armas para combatir la pandemia.

Con respecto a los cierres, un punto de preocupación para el futuro cercano de la industria del turismo es que los diez principales mercados emisores de turismo que actualmente desaconsejan los viajes no esenciales al extranjero generaron el 44 por ciento de todas las llegadas internacionales en 2018.

Ferromar

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