Por Frank Martín

El anuncio de la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (OMT) sobre la restauración de esa industria al 70% de lo que era antes de la pandemia da una buena dosis de optimismo para mantener el camino correcto hacia la restauración plena.

Expertos turísticos coinciden en considerar a la Covid-19 como la causa de una fuerte caída de este sector a nivel mundial.

Pero también observan que el sector no puede ignorar el hecho de que aún carece de un fuerte programa innovador para la restauración.

La duración de la pandemia, estiman algunos, pone en duda las previsiones de recuperación no solo por rebrotes de la epidemia por modalidades tardías, sino también por acontecimientos mundiales que aún presionan en su contra.

La estimación de la OMT deja la satisfacción universal sin borrar ciertas dudas sobre el futuro del ramo que ya existían antes de la pandemia y persisten tras haber quedado atrás los confinamientos.

“Necesitamos repensar el turismo, como proveedor de empleos, pilar económico y… como solución a la emergencia climática”, dijo al respecto el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili.

El funcionario reiteró así algo ya advertido por el propio organismo de la ONU. Es que aún hacen falta medidas «innovadoras y urgentes» para mantener en ascenso una de las ramas industriales más extensas -y agradables- del planeta.

La corriente de optimismo ha traído más propuestas ligadas a un concepto que se está extendiendo: “Repensar el turismo”. Eso es, quizás, eliminar problemas que aún son vistos como pendientes por la industria.

No cabe duda que el turismo mundial necesita de una gigantesca unión de sectores para avanzar hacia un proceso de paz, sentido común y sustentabilidad.

Se proponen cambios que aún no se han aplicado y que son un claro cambio de conceptos que transformaría la competencia en cooperación.

El Caribe, y también muchos otros destinos de América Latina y Europa, aplican o estudian más políticas del llamado turismo resiliente, a través del fortalecimiento de las capacidades de todas las partes involucradas.

Los objetivos de estos programas innovadores no ocultan que buscan un sector turístico más social, económica, cultural y ambientalmente sostenible e inclusivo.

La recuperación es un excelente estímulo porque ha sido constante desde principios de 2022 a pesar de la dificultad de este año.

Uno de los últimos Barómetros del Turismo Mundial de la OMT estimó que las llegadas de turistas internacionales casi se triplicaron de enero a julio de 2022, o en un 172%. en comparación con el mismo período en 2021.

A pesar de la enorme complejidad del año que está por terminar, el período ha sido ágil y beneficioso para una de las industrias más dañadas por la pandemia.

En otras palabras, los avances hasta ahora han sido realmente esperanzadores.

Ferromar

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