Foto: Loufre/Pixabay.

Por Frank Martin

La más amplia reapertura mundial al turismo tras la Covid-19 ha traído conjeturas, una de ellas es si en el regreso a la normalidad ocurrirá un incontrolable proceso inflacionario.

Expertos aseguran que los procesos inflacionarios son una secuela a vencer por el reinicio turístico tras las gruesas pérdidas de la industria en casi dos años de pandemia.

Durante los primeros tiempos de la pandemia de Covid-19 en 2020 se vaticinó para entonces un proceso deflacionario, o sea, un desplome de los precios por todas partes.

Según ese análisis, la COVID-19 sería una poderosa fuerza deflacionaria. Un estudio de la diversidad en los mercados del impacto de la pandemia no demostró totalmente la teoría. Actualmente, en momentos de reapertura, los expertos ven un extremo contrario, o sea pronostican alzas severas de precios de todo tipo de servicios.

La preocupación es tan aguda que algunos se preguntan si el futuro de la industria mundial del turismo será que solo los ricos puedan pagar sus vacaciones.

Un sondeo reciente en Gran Bretaña probó que sobre la teoría existen criterios divididos. Los vaticinios para el año próximo tienden a asegurar que durante 2022 se elevarán los precios a partir de una necesidad de anular pérdidas causadas por el coronavirus en todos los sectores económicos participantes en la industria del ocio.

Un sondeo sobre empresarios del sector tuvo como resultado de que uno de cada tres opinara que tal incremento será entre el 1% y el 20%. frente a 2021.

No obstante, otra opinión es que la elevación en el año 22 podría llegar al 35 % impulsada por la perentoria necesidad de recuperar pérdidas.

Una parte de los interrogados opinaron que las necesidades reales de la rama deben imponerse y actuar con el fin de mantener los precios en el marco de una normalidad sin excesos.

Fueran los que hayan sido los resultados del estudio una de las conjeturas no ha cambiado y es que los destinos turísticos mundiales son diversos en sus programas y necesidades.

Un proceso inflacionario «eliminaría» por un tiempo indefinido vacacionistas con menos recursos que serán millones tras la escasez de ingresos personales causado por el virus.

Los ricos seguirán pasando su tiempo libre en alojamientos de lujo con vacaciones caras. Pero una buena parte de destinos de ingresos medios de su industria turística probablemente no suba sus precios buscando una recuperación numérica de clientes que les asegure una alta tasa de retornos.

«Más que un proceso de elevación de precios, la reapertura debería de establecer situaciones que atraigan a la mayor cantidad de turistas posibles», comentó un especialista consultado. «Uno de esos atractivos son los precios moderados», precisó

La respuesta global estaría en los destinos tradicionales con precios moderados para los cuales sería riesgoso cerrarse a clientes que seguramente no fueron favorecidos financieramente por la terrible pandemia.

Ferromar

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