Foto: ©tanjakrstevska/123rf

Por Frank Martin  

Los retos, que son muchos, de la recuperación mundial del turismo levantaron un llamado a analizar el tema por la Organización de Naciones Unidas y sus agencias relevantes que ya ha sido atendido por la entidad.

Jamaica pidió el «debate completo» con un enfoque en la construcción de resiliencia a través de la financiación de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) que dependen en gran medida del turismo pero tienen pocos recursos.

La propuesta fue apoyada por esas naciones, en especial las caribeñas, para las cuales la industria turística es vital y los obstáculos suelen ser difíciles de vencer.

Dentro de tal agenda está el  problema de las interrupciones de la cadena de suministro en términos de bienes y servicios, así como de capital humano, debido a la pandemia de COVID-19, que según los analistas hace más compleja una recuperación equitativa favorable para los destinos más débiles económicamente hablando.

La propuesta de Jamaica expuesta por su ministro de Turismo Edmund Bartlett este mes tiene un reclamo central en las condiciones actuales: «No dejar a nadie atrás”  utilizando para ello el turismo inclusivo.

“Poner el turismo sostenible y resiliente en el centro de una recuperación inclusiva”, es el  concepto central.

Se anunció oficialmente que el debate ya fue organizado en colaboración con la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (OMT), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

Las  políticas y estrategias que son defendidas están dirigidas a promover el  turismo como impulsor de los crecimientos nacionales.

Para ello se  presenta  la necesidad de fortalecer los vínculos entre el turismo y otros sectores, como la agricultura, la manufactura y el entretenimiento.

Especialistas señalan que un elemento que puede resultar como crucial es el logro de una asociación comprometida entre los sectores público y privado.

«Se debe considerar y consultar a las personas. Las personas deben ser incluidas e involucradas”, estimó Bartlett en su discurso al respecto el 4 de mayo último en ONU.

Las personas deben estar en el centro de las políticas, programas y prácticas, porque las personas son y serán siempre la base y el latido del corazón de nuestras sociedades, estructuras, sistemas y sectores”,  subrayó

“Es necesario desarrollar estrategias a corto, mediano y largo plazo para impulsar la resiliencia del turismo y aumentar su sostenibilidad en tiempos de crisis y más allá, agregó.

Ferromar

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