Quintana Roo
Foto: cortesía de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo.

Por Frank Martin

Es cierto. Las mareas de la pandemia aún son altas y en los mares europeos se fortalecen las turbulencias bélicas, pero los cruceros turísticos ya están flotando gracias a innovaciones en las que ya trabajan hace casi un par de años.

Expertos por todo el mundo dicen percibir que, pese a los desafíos, los grandes barcos-hoteles mantienen una presencia cada vez más amplia en los mares mundiales, zarpando hacia un futuro que quizá no sea tan hipotético y riesgoso.

Los nuevos cruceros previstos para zarpar por vez primera en 2022 -ya algunos lo han hecho- son de un buen número de grandes compañías como la Norwegian Cruise Line, MSC Cruceros, Virgin Voyages, Princess Cruises y Celebrity Cruises.

Entre estos nuevos buques hay uno que es protagonista. Se trata del crucero más grande del mundo lanzado por la Royal Caribbean.

El mundo está atribulado de densos análisis sobre el futuro de la industria turística global, pero eso no quiere decir que impere el pesimismo.

Según expertos los desafíos abundan, pero las respuestas también, especialmente entre las empresas de cruceros, a las que los confinamientos de cualquier tipo pueden quitar la respiración financiera.

Un punto crucial común entre las grandes firmas marítimas es que algunas ya se han puesto de acuerdo en dos cosas: fortalecer al máximo las medidas de seguridad a bordo de sus barcos y establecer estándares muy altos para beneficiar a los pasajeros y compensarlos por las limitaciones que siempre existen.

Es lo que han hecho la Norwegian Cruise Line Holdings y la Royal Caribbean Group, que ya se han asociado desde julio de 2020 para formar el “Healthy Sail Panel”, una entidad interesada más que todo en la salud y confort de sus clientes.

Las recomendaciones del Healthy Sail Panel, título que pudiera traducirse libremente como «Panel de Vela Saludable», es, en efecto, un estímulo a una navegación impulsada por la salud, además de por los motores y el viento.

Esta es en efecto un impulso a las industrias. Desde el primer documento que publicó acerca del tema, se auxilió a la rama internacional turística —en ese momento muy temerosa por la pandemia—a encontrar un nuevo camino.

Se trata de una “nueva normalidad» de la navegación con más de 70 recomendaciones, muchas de las cuales son aplicables a la navegación.

Entre otras, se definieron las pruebas de detección y reducción de riesgos, el saneamiento y la ventilación en los buques, la ejecución de contingencias, la planificación de destinos y excursiones, y especialmente la mitigación de riesgos para los miembros de la tripulación.

De esta manera, la navegación de estos enormes barcos de recreo se detuvo por un tenso tiempo, pero no las innovaciones para zarpar nuevamente.

Los resultados ya pueden verse en muchas áreas del mundo, pero especialmente en el mar Caribe, donde los destinos siguen preparados para continuar la apertura en este complicado 2022.

En estos años se han anunciado nuevos cruceros repletos de nuevos mecanismos y soluciones novedosas para enfrentar un negocio que se ha visto obligado a cambiar en favor de los programas y métodos sanitarios.

En los nuevos barcos «nacidos de la pandemia», por decirlo así, las innovaciones no se limitan a la salud, sino que están por todas partes, incluso en los propios conceptos de los alojamientos y de la gastronomía.

Expertos han reunido todas estas novedades bajo la clasificación de Freestyle Cruising, que permite a los huéspedes disfrutar de sus vacaciones a su manera, al darles la opción de decidir cuándo y dónde cenar.

Esto quiere decir que los huéspedes pueden personalizar aún más sus estancias en el crucero, a precios moderados y ajustados a las condiciones, incluida la Wi-Fi, las cenas especiales y excursiones en tierra.

Son excelentes augurios, aunque aún amenace tormenta.

Ferromar

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