Especial de TTC: las vacunas empiezan a llegar

Foto: Eros Erika/123RF

Por Frank Martin

El mundo espera que 2021 sea el año de la derrota de la tenebrosa Covid-19 por superhéroes que serán a partir de ese momento inolvidables: las vacunas.

La industria turística mundial está entre los numerosos y cruciales sectores económicos que no pueden esperar más por el desenlace.

En muchas partes del planeta las fronteras ya han comenzado a abrirse gradualmente en espera de la activación completa de diversas vacunas contra el coronavirus.

El camino del turismo planetario será sin embargo aún sinuoso hasta ese momento.

Muchos expertos afirman que lo que más demorará será ajustar la industria del ocio a nuevas circunstancias.

La «nueva realidad «en aeropuertos impondrá normas rigurosas relacionadas con la salud de los viajeros.

De hecho, las terminales aéreas ya están imponiendo las primeras.

La razón es que el coronavirus podría pasar de contrabando a un destino turístico y destruirlo.

Las vacunas, tras llegar al rescate, mantendrán su prestigio de superhéroes por mucho tiempo. Quizá para siempre.

En las cautelosas aperturas actuales ya se exigen certificados negativos de pruebas PCR para entrar a un país.
Pronto serían cruciales los certificados de vacunación.

Es probable que las vacunas contra el coronavirus se conviertan en un estándar similar para los vuelos internacionales.

Junto a los espectaculares anuncios de la aplicación de las primeras vacunas también ha surgido el debate sobre un tema: ¿deben o no ser obligatorias para pasar las fronteras como lo son hoy por ejemplo los pasaportes y visas?

Algunos incluso vaticinan que tal obligación podría «matar a la industria del turismo» o al menos causarle grandes dificultades.

«Contrapropuestas» defienden algún sistema efectivo para detectar sin grandes esperas y chequeos de fronteras si un viajero está debidamente vacunado.

En plena región del Caribe la isla de Aruba anunció que comenzará a usar desde febrero próximo un sistema para evaluar si cada visitante está sano.

Dangui Oduber, ministro de Salud, Turismo y Deporte afirmó recientemente que ese país está ejecutando un llamado «plan piloto» con la aerolínea JetBlue Airways Corp. para realizar pruebas sobre contagios.

Pero ni en Aruba ni en ninguna otra parte que se sepa está ya prevista una vacunación obligatoria.

Las computadoras al servicio de los superhéroes comienzan a aparecer en el escenario.

Ya se usan sistemas digitales de detección en el aeropuerto de Roma, en algunos destinos en Estados Unidos, y están planeados el montaje de otros en Singapur y Hong Kong en 2022.

El tema es más complicado de lo que parece porque probablemente una mayoría de las personas en el mundo están ansiosas por ser vacunadas, pero son muchas las que le temen al «pinchazo».

En el Reino Unido, país pionero en la vacunación contra la Covid-19 uno de cada cinco ciudadanos dice que es poco probable que se vacune.

Según una investigación publicada allí quienes se niegan a recibir el medicamento están citando una variedad de razones diferentes.

¿Quién ganará la polémica?
La mala noticia para quienes no quieren recibir la vacuna cualquiera que esta sea es que la pandemia provocó una caída profunda en las llegadas de turistas internacionales a nivel mundial hasta este momento.

Eso ha llevado al sector del ocio y a las economías nacionales que viven de él -miles- al borde de la desintegración económica.

Y las esperanzas bien fundamentadas de una rápida recuperación de los viajes internacionales ahora se basan en lo que algunos describen como balas de plata contra un terrible y destructivo vampiro: las vacunas.

Ferromar

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