Foto: ©Eros Erika/123RF

Por Frank Martin

El mundo lanza en estos inicios de 2022 un contraataque sobre la modalidad Ómicron en el que se incluye la industria turística global, aún muy tensa económicamente por la pandemia de Covid-19.

Los expertos no hacen comparaciones con el duro inicio de 2021 porque en esta ocasión ya existen más «armas» en los arsenales médicos mundiales contra el coronavirus, sobre todo vacunas eficaces.

Los dos pilares de las esperanzas actuales en cuanto a liberar al mundo de la epidemia son las vacunas y los estudios preliminares de nueva modalidad que sugieren que es «controlable» a plazos breves y más leve en sus consecuencia sobre los pacientes.

Pero si los pronósticos médicos son en gran parte positivos, los del mundo de los negocios siguen siendo cautelosos tras haber sonado ya las 12 campanadas que dejaron detrás el muy duro 2021.

Los cálculos sobre una posible recuperación rápida de la economía mundial durante el primer trimestre del año que comienza son sumamente cautelosos, aunque subrayan que habrá recuperación en 2022.

Un criterio muy divulgado es que Ómicron, sin embargo, afectará las reservas en hoteles y alojamientos de todo el mundo sobre la modalidad cuya incidencia en las personas parece más leve que la del virus original.

Los resultados que alivian el pesimismo es la persistencia mediante protocolos adecuados y fortalecidos de los destinos turísticos de todo el mundo de mantenerse abiertos.

Un factor que colabora a una visión positiva son las medidas de diverso perfil que se toman con las vacunas que se aplican a millones de personas.

«La vacunación es en estos momentos agresiva y también lo es el espíritu de las personas de viajar por vacaciones frustrado ya por dos años», estimó un turoperador caribeño que contestó preguntas de TTC.

Consideró que las tarifas que rigen el mercado actualmente en su región son «adecuadas a las necesidades de la economía y estimulan al viajero». De acuerdo con los especialistas el Caribe «está luchando por recuperarse pese a la existencia de Ómicron».

La Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe (CHTA) insistió en cuanto a encabezar las corrientes positivas del mundo empresarial y también de los gobiernos que van por el mismo objetivo de apertura en 2022.

La CHTA estimó no obstante que aumentaron las medidas de “contraataque” sobre el Ómicron aunque no se pudieron impedir  restricciones y suspensiones inesperadas de viajes y  cancelaciones por parte de viajeros.

Por estos días circula aún una carta de la presidencia de la CHTA a las naciones de CARICOM en la cual pide el cumplimiento continuo de los protocolos de seguridad sanitaria y el aumento de las vacunas.

No obstante, advirtió que cerrar las fronteras del Caribe e imponer barreras de viaje podría tener graves consecuencias para las economías de la región.

Ómicron, no obstante, sigue causando análisis que a veces se anteponen entre sí sobre los resultados que tendrá en el mundo del turismo económico.

En los últimos días de 2021 el Consejo Mundial de Viajes y Turismo había proyectado que el impacto económico de COVID en las islas resultaría en una pérdida de $ 42 mil millones en el producto interno bruto y 1.9 millones de empleos perdidos en 2020.

Estimados más positivos hechos por sectores nacionales del turismo en el Caribe recordaron que la región ha sido la de más rápida recuperación desde 2020 y hasta el fin del año viejo 2021.

Ferromar

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