Destinos relajantes y seguros:  expectativa de las personas LGBTIQ+ para sus viajes

Por Daily Pérez Guillén

Sara, una joven de 23 años, acudió a inicios de este año a la Feria de Turismo de Madrid en busca de lugares y espacios para viajar en los que definirse como LGBTI no esté penado o mal visto. El relato que llega a través de Efeminista podría ser el de millones de personas que esperan disfrutar de una experiencia divertida, reconfortante y segura.

La idea de viajar con paquetes creados para satisfacer las expectativas de las personas LGBTIQ+ gana cada vez más espacio en la industria turística mundial y reivindica derechos asociados a la diversidad y perspectiva de género.

Según la Organización Mundial del Turismo (OMT) en los últimos años, el turismo LGBT ha experimentado un crecimiento continuo, hasta ser reconocido hoy como un segmento importante y prometedor en todo el mundo. Cifras publicadas por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo revelan que la comunidad LGTB supone el 10 % de turistas a nivel mundial – otros estimados lo elevan hasta un 20 % – y acumula el 16 % del gasto total en viajes; un equivalente de casi 200.000 millones de euros al año.

Registros de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (Ilga World) dan cuenta de que en más de 60 naciones la homosexualidad sigue siendo un crimen penado con prisión, sanciones económicas o pena de muerte. A pesar de ello, algunos activistas creen que ese tipo de turismo propiciaría un cambio en algunos de los destinos. «Este segmento puede ser un poderoso vehículo para el desarrollo económico, la inclusión social y la competitividad de los destinos turísticos”, evalúa la OMT.

Hombres y mujeres relacionadas con el mercado han tomado nota de esos datos y en España, por ejemplo, la agencia Bolleras Viajeras nació hace dos años y encuentra su nicho de público en mujeres lesbianas, bisexuales, transexuales, LGBTIQ+ o lesbian friendly. Su fundadora y directora, Marta Borrachero Villar, explicó a Efeminista que la empresa ofrece viajes en grupo, sola, en pareja o en familia que permitan conocer personas fuera del ocio convencional de discoteca, tinder o vida nocturna y viajar a destinos a los que solas no pueden ir porque es más difícil o más inseguro. «Buscamos destinos seguros porque hay un doble peligro por ser mujer y por ser lesbiana o bisexual.»

Bolleras Viajeras pone a disposición visitas a Perú, Cuba, Croacia, Jordania, Grecia o Italia; y opciones nacionales como el carnaval de Cádiz o el día del orgullo gay en Barcelona o Madrid.

Otras agencias, como The Queer Travel, se han especializado en brindar asesoramiento a las personas LGBTI sobre los viajes que pueden llegar a hacer en ciertos destinos seguros y los riesgos que corren en otros donde no está permitida la homosexualidad.

Desde La Habana, la coordinadora nacional de la Red TransCuba, Malú Cano, advierte: «Cuando hablamos de turismo seguro para la comunidad LGBTI tenemos que pensar también en la seguridad de todos los ciudadanos. Comprendo que en muchos países se penaliza la homosexualidad y cualquier otra forma de expresión, por eso se habla de seguridad para nuestra comunidad.»

Antonio Pablo Herrero, asesor turístico, relata que muchos extranjeros, sobre todo norteamericanos, contratan los servicios de The Queer Travel. En Madrid, ofrecen una visita cultural por Chueca, en la que rememoran la historia del barrio y su desarrollo a través de la comunidad. “Son partes de la historia de las ciudades que no se cuentan, pero que forman parte de la sociedad, de esta forma también podemos dar voz a la comunidad contando la nuestra propia”.

En relación con la promoción del turismo LGBT, la OMT ha elaborado reportes globales. El segundo, en 2017, se realizó en alianza con la Asociación Internacional de Turismo LGBT (IGLTA). El informe proporciona una serie de recomendaciones a los interlocutores del sector interesados en atraer turismo y sacar el máximo partido a los beneficios asociados a ese segmento. También exploró la diversidad y las complejidades y publicó un conjunto de recomendaciones para una mejor atención a los viajeros LGBT. El reporte añadió una exhaustiva recopilación de estudios de casos remitidos por varios interlocutores del sector que se han beneficiado de su acercamiento a estos viajeros.

Las estadísticas visibilizan un nivel de gasto superior de esas personas en los destinos anfitriones, en relación con el promedio de los turistas y preferencia por las grandes ciudades. Sin embargo, la valoración económica no es lo único que cuenta. La actitud de la población receptiva hacia esa comunidad también influye.

Una encuesta de 2019 determinó que escapar del estrés es el principal incentivo para los viajes de la comunidad LGBTIQ+. Es más probable que una experiencia sea relajante si se elige un lugar donde se encuentra amabilidad y respeto por la orientación sexual.

Ante las situaciones de intolerancia, ese mercado se mueve hacia los escenarios que ganan fama por ser amistosos y seguros. Normativas jurídicas de más de treinta países ya legalizan el matrimonio igualitario, lo cual indica una tendencia mundial hacia la tolerancia de la diversidad sexual.

El portal alemán Spartacus publica desde 2012 el Gay Travel Index.  En su última clasificación dada a conocer a inicios de marzo de 2023, Malta sería el país más seguro para los turistas de la comunidad LGBTIQ+ en todo el mundo, junto a Canadá, Suiza, Australia, Nueva Zelandia y Portugal. El primer país latinoamericano que aparece en la lista es Uruguay, seguido por Argentina, Colombia, Chile y Cuba, en las posiciones 4, 9, 13 y 29, respectivamente.  Para elaborar sus resultados la guía turística toma en cuenta las decisiones políticas que afectan a las personas queer, el marco legal y si se producen episodios de violencia contra ellos, entre otros parámetros.

MERCADO Y DERECHOS

Desde otra perspectiva y con una opinión que ella misma cataloga como fuerte, Teresa de Jesús Fernández, intelectual cubana, miembro de ILGA World y líder de la Red de Mujeres Lesbianas y Bisexuales en el país caribeño, cree que es necesario contar con hoteles y con otros lugares en los que la población LGBTIQ+ pueda sentirse cómoda y sobre todo, en espacios de confort y de seguridades. «Pero a veces me pregunto hasta qué punto es una operación mercantil, hasta qué punto se piensa como una posibilidad más de obtener ganancias basadas en la realidad de las personas LGBTIQ+. No estoy pensando tanto en las bondades de esos espacios amigables como en las ganancias que se obtienen cuando se hace todo un marketing destinado a la población LGBTIQ+ y a que sea un espacio donde esas personas inviertan.»

Lo cierto es que cada día se pueden encontrar más hoteles y empresas especializadas en esos públicos, dicen, con una filosofía que se basa en fomentar la integración más allá de dirigirse únicamente a estas personas. Marcas internacionales de cadenas hoteleras apuestan por ese nicho de mercado.

ME by Meliá, por ejemplo, anunció recientemente un acuerdo con Queer Destinations, firma distinguida en la formación y consultoría turística LGBTQ+, para certificar una colección de hoteles de su marca con la acreditación Queer Destinations Committed.

Estas iniciativas también se extienden al sector público. En Argentina, el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, la Cámara Argentina de Turismo (CAT), la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) han conformado la Mesa Nacional de Diálogo de Turismo Inclusivo tras una propuesta presentada en 2020 por la Cámara del Comercio LGBTIQ+, para designar el 10 de agosto como el Día Internacional del Turismo LGBTIQ+.

Pablo De Luca, presidente de esa organización, explicó que la idea tiene como finalidad concientizar en sus aspectos sociales, culturales y políticos. A su vez, subrayó la relevancia económica en la generación de empleos. Por su parte, la secretaria nacional de Promoción Turística, Yanina Martínez, manifestó que también da pautas para pensar en ejes de acción que tomen como base «la igualdad de derechos, oportunidades y experiencias».

En el escenario cubano, a tono con la Constitución y el nuevo Código de las Familias que reconoce los derechos de todas las personas más allá de su identidad de género u orientación sexual, existen hoteles especializados para el turismo LGTBIQ+. Desde 2017 el grupo estatal Gaviota contactó con la firma española Axel Hotels, posicionada como referencia mundial en los servicios hoteleros dirigidos a estas personas. En marzo de 2022 fue inaugurado el Telégrafo Axel Hotel La Habana, situado en el emblemático Hotel Telégrafo, el más antiguo del país y devenido el primer establecimiento LGBTQ+ del país.

«Cuba es recomendado, no ahora que tenemos aprobado un Código de las Familias y una Constitución que respeta los derechos de todas las personas. Por supuesto, si contamos con esas garantías, las personas LGBTI de otras partes del mundo pueden venir con la seguridad de que sus derechos van a ser respetados también y bien acogidos en el país», asegura Malú Cano.

Grand Rainbow Muthu Cayo Guillermo

En la costa centro norte del archipiélago caribeño ya había entrado en operaciones el resort de 5 estrellas Grand Rainbow Muthu Cayo Guillermo, con el propósito de satisfacer las expectativas de ocio de personas lesbianas, gays, bi, trans e intersexuales. La selección y capacitación del personal del hotel estuvo asesorada por el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), según anunció la representanción local de la compañía.

Como coordinadora nacional de TransCuba, Malú ha conocido y ha sido invitada a participar en nuevos hoteles con este tipo de modalidad gay friendly. «Aunque están creados para todo tipo de personas, hay hoteles con características específicas, como mismo hay para adultos, para familias. Y si bien su público mayoritario son personas LGTBI, están abiertos para todos los públicos. Eso también da otra mirada de la apertura que ha tenido el país y creo que es una invitación a que las personas puedan ver el trabajo que se ha desarrollado y a conocer de cerca nuestras hermosas playas y todo lo interesante de la cultura y del patrimonio.»

Teresa de Jesús lo resume con otras palabras: «Yo creo que lo ideal sería que realmente pudiéramos disfrutar de todos los espacios, de todos los hoteles, sin necesidad de que existan guetos turísticos, ni de ningún tipo, donde nos sintamos bien, independientemente de nuestra orientación sexual e identidad de género.»

Ferromar

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