Vivir la cultura del habano en Cuba, otra jornada del evento Asia – La Habana

Por Daily Pérez Guillén

El rocío todavía humedecía las plantas de la Finca La Yohandra cuando los participantes del evento Asia – La Habana cruzaron sus puertas y se acomodaron en el espacio del restaurante El Divino para disfrutar de otra jornada de esta cita.

El humo y el aroma de los habanos de inmediato invadieron el lugar. Bajo la sombra de un árbol los organizadores ubicaron una mesa para torcer las hojas de tabaco. Manos expertas fabricaron en minutos algunos puros para ofrecerlos a quienes desde China, Canadá, Estados Unidos se unieron a la cuarta edición de este evento que organiza la Empresa Comercial Caracol S.A.

Sin que los idiomas pudieran ser obstáculo, esta fue una jornada para honrar la cultura del habano. Buena compañía, los mejores productos de la carta de Cuba Ron y el gusto por los tabacos cubanos hicieron el resto.

Zhang Xiuqi es el nombre real de Oscar, quien llegó a Cuba hace más de una década atrás para estudiar español y luego ingresó en la nómina de una empresa de su país con sucursal en el archipiélago caribeño. Por segunda vez participa en Asia – La Habana.

«Está interesante», opina. «En la finca es una actividad bastante relajada, se disfruta. También voy a ir a la noche de la cena a la subasta. El año pasado participé y este año veré si hay posibilidades».

Comenta además que a los chinos le gustan los tabacos dede hace siglos: «Tienen esa costumbre de fumar tabacos, cigarros, en pipas. Mi abuelo fuma en pipa y tiene su campo de tabaco. Es una cultura que siempre ha existido en China», rememora.

«En el mundo existen dos tabacos, cubanos o no cubanos», sentencia. «El tabaco cubano es de gama alta, un producto muy caro, de lujo. Fumo porque me gusta. Mis amigos me hacen preguntas, y yo he hecho mis estudios para poderles responder y acercarme a esa cultura. Me gusta fumarlos tranquilo, en mi casa.»

Tal como se había anunciado en el programa, hubo competencias para animar la jornada. En una de ellas, durante quince minutos casi todos intentaron mantener la ceniza de su tabaco intacta sin que cayera al piso mientras inhalaban. Oscar resultó ser el ganador.

«Para mí sería mejor hacer este evento en China, tendría más público. Tal vez en una feria, un día o dos días, para que los aficionados tengan la oportunidad de participar», responde cuando se le pregunta por iniciativas para hacerlo más atractivo al público chino.

Por su fisonomía, parecería que Max Meng también es un ciudadano del gigante asiático. Pero no, es canadiense, de Vancaouver. Visita Cuba por cuarta vez y se estrena en este evento.

«Supe por el guía turístico y me uní porque me gusta fumar habanos. Me gustaría visitar más fincas y fábricas, compartir con más profesionales del mundo del tabaco para aprender de esa cultura. En Canadá son muy caros los habanos, así que los he comprado aquí», concluye entre risas.

Entre los rostros, sobresale la figura familiar en este tipo de citas de Zoe Nocedo, con más de tres décadas de experiencias en el universo tabacalero, reconocida como Mujer Habano y Premio Habano en Comunicación. Sobre este encuentro compartió sus consideraciones.

«Son actividades, eventos que se organizan en función de un producto que nos ha representado durante siglos en el mundo entero. Siempre trato de pariticpar porque aquí se encuentran los amigos que sienten pasión por los habanos, amigos que llevamos muchos años dedicados a esto. Siempre se aprende, de comunicación, de la cultura del habano.»

Este viernes 10  de octubre concluye la cuarta edición de Asia – La Habana con una cena de gala en el Salón de los Embajadores del hotel Tryp Habana Libre. Durante la velada se subastarán tres humidores de habanos y los participantes disfrutarán de buena música cubana.

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