Especial TTC: Por la ruta de las primeras fortalezas coloniales del Caribe

Foto: cortesía Publicitur

Por: José Luis Perelló

La región del Caribe es un área compleja, tanto desde el punto de vista geográfico como desde el punto de vista cultural. Primero, el principal protagonista de la región es el mar que le da nombre: Caribe; como elemento geográfico unificador. Segundo, porque el mar Caribe da asiento a una gran diversidad de culturas a las cuales debemos un rico y variado legado patrimonial.

El origen del Patrimonio Fortificado del Caribe data de los comienzos del descubrimiento, conquista y colonización del Nuevo Mundo. La construcción de fortificaciones en el Caribe se iniciaron a partir 1585 debido a los cada vez más ataques de los piratas ingleses John Hawkins y Francis Drake que aunados al contrabando y las ambiciones territoriales de las otras naciones europeas como Francia e Inglaterra, comenzaron a afectar los intereses de España por lo que el rey Felipe II ordena la construcción de sistemas de defensa en los puertos del Mar Caribe.

La historia del Caribe todavía guarda muchos secretos, los cuales es necesario rebuscar en las fuentes bibliográficas y los vestigios arqueológicos para rescatar su verdad e interpretarla efectivamente. En este sentido, la historia de las fortificaciones del Caribe comparte un relato de conquistas y defensa de territorios; participando directa e indirectamente en la Ruta Trasatlántica de la Esclavitud que significó un movimiento migratorio forzoso sin precedentes que cambió y caracterizó la historia del Nuevo Mundo.

El legado universal de las fortificaciones tanto españolas, como de otras metrópolis europeas está sin duda presente a través del azaroso trabajo de ingenieros militares que mediante su ingenio supieron aplicar la adaptación a la topografía y entorno del mar Caribe.

La visión del valor universal de las fortificaciones coloniales españolas del siglo XVI como el Primer Sistema Defensivo del Caribe diseñado por el ingeniero militar capitán Juan Bautista Antonelli y su rol protagónico en las fortificaciones coloniales del Caribe español, incentiva el propósito de organizar y alentar la promoción e intercambio de ideas, conocimiento, experiencia y resultados en torno a esta importante figura respecto al patrimonio fortificado del Caribe.

Las primeras fortificaciones del Caribe diseñadas por el ingeniero italiano Bautista Antonelli y el mariscal de campo Juan de Tejeda, durante las primeras décadas posteriores al descubrimiento, no fueron concebidas de manera aislada, sino que son el resultado de un cuidadoso estudio de los puertos clave, sus costas y geografía En conjunto formaron el Primer Plan Defensivo del Caribe, y quizá de América, construido por los españoles.

Vista desde el Morro de Santiago de Cuba. Pixabay/mailanmaik

El Caribe fortificado de Antonelli, es reconocido cuando las primeras fortificaciones del Caribe localizadas en Puerto Rico, Colombia, Cuba y Panamá son incluidas en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO a partir de 1980. Estos primeros conjuntos representaron el primer paso a la concienciación de los valores históricos, culturales y patrimoniales de estas fortificaciones y al reconocimiento mundial de sus valores universales.

Anterior a los planes del sistema defensivo de Antonelli, desde 1502 hasta 1508 se construyó en la isla La Española, la Fortaleza Ozama en la zona colonial de Santo Domingo; la cual fue iniciada por el gobernador Nicolás de Ovando. Su nombre se debe a la ubicación cercana del Río Ozama. Esta fortaleza es asimismo la más antigua de las construcciones hechas en la isla La Española y en América.

Las primeras fortalezas del Sistema Defensivo del Caribe, se ejecutan en Puerto Rico. Entre 1533 y 1540, fue construida “La Fortaleza” para defender el puerto de San Juan de Puerto Rico. La estructura es conocida también como El Palacio de Santa Catalina en honor a Santa Catalina de Alejandría, siendo la primera fortificación construida para defender la ciudad de San Juan y la primera en una serie de fuertes militares, que incluyen al Castillo San Felipe del Morro, Fuerte San Cristóbal y Fortín de San Gerónimo. La UNESCO declaró La Fortaleza como Patrimonio de la Humanidad en 1983.

El “Fortín de San Gerónimo del Boquerón”, es un gran fortín construido durante el siglo XVII y localizado en la entrada de la laguna del Gran Cantón, en el sector del mismo nombre, en San Juan, Puerto Rico.

El “Castillo de San Felipe del Morro”​, también conocido simplemente como El Morro, es una ciudadela española construida entre el siglo XVI y el siglo XVIII en el extremo norte de San Juan. Por muchos años, vigiló la entrada a la bahía de San Juan y protegió la ciudad de ataques marítimos. Este castillo es parte del Sitio Histórico Nacional de San Juan y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1983.

Hoy en día, el Morro es una de las principales atracciones turísticas de Puerto Rico, con exhibiciones de artículos de la época de la Conquista usados por españoles, indígenas y africanos.

El “Castillo de San Cristóbal”, también conocido como Fuerte de San Cristóbal, es una fortificación española construida en San Juan. Esta estructura fue construida para proteger la ciudad de ataques terrestres, a diferencia del Castillo San Felipe del Morro, que protegía la entrada marítima. Este fuerte es parte del Sitio Histórico Nacional de San Juan, y Patrimonio de la Humanidad desde 1983.

El Castillo San Cristóbal es la fortificación más grande construida por los españoles en el Nuevo Mundo; cuando fue completada en 1783, ocupando cerca de 27 acres. Una de las garitas del Castillo San Cristóbal es conocida como «La Garita del Diablo». Esta garita en particular es una de las partes más antiguas del fuerte, construida en 1634. Las leyendas cuentan que los soldados desaparecían frecuentemente de esta garita.

En 1536, en Cartagena de Indias, la ciudad colombiana caribeña, se construyó el “Castillo San Felipe de Barajas” una fortificación localizada sobre un cerro llamado San Lázaro. La fortaleza protagonizó la protección de la ciudad de Cartagena de Indias ante los ataques de los ingleses comandados por el militar Edward Vernon, en 1741, atacando el sitio con una de las mayores flotas de la historia, formada por 186 naves y 23.600 hombres, que tenía como objetivo tomar y destruir el puerto español de Cartagena, principal puerto del Virreinato de Nueva Granada. Junto a Vernon combatió Lawrence Washington, hermano del que sería primer presidente de Estados Unidos, George Washington, por ello decidió llamar Mount Vernon a su plantación en Virginia. En Mount Vernon vivió durante un tiempo George Washington hasta su muerte en 1799, y allí es donde se encuentra su tumba. Hoy en día el lugar pertenece al Registro Nacional de Lugares Históricos de los Estados Unidos.

En Cuba, el primer Sistema Defensivo de La Habana estaba conformado por tres fortalezas: el castillo de la Real Fuerza, el de San Salvador de la Punta y el de los Tres Reyes del Morro.

En la temprana fecha de 1558 se empezó a construir el “Castillo de la Real Fuerza”, una de las fortalezas que defendieron a La Habana durante el ataque por parte de tropas inglesas en el año 1762. Aunque su construcción se demoró 19 años, rápidamente se destacó entre las fortificaciones hispanas en Cuba y en el Caribe.

Esta fortaleza se construyó en el espacio que luego sería el núcleo de la villa. Frente a ella se creó una plaza, hoy en día la Plaza de Armas. En la torre de la fortaleza se ubicó la Giraldilla, una veleta de bronce. Esta es la escultura fundida en bronce más antigua de Cuba y actualmente es uno de los iconos de La Habana.

El “Castillo de San Salvador de la Punta”, conocido como el castillo de la Punta, se construyó en 1589 en la entrada de la bahía. Su construcción estuvo marcada por dificultades económicas y políticas que entorpecieron su edificación.

Los Tres Reyes del Morro, Castillo guardián de la bahía habanera. Foto: BarbeeAnn en Pixabay

En 1585, se inició la construcción del “Castillo de los Tres Reyes Magos del Morro”, su posición estratégica en un cerro fue reconocida casi tan pronto como el puerto de la Habana empezó a adquirir la importancia estratégica que tuvo en la colonia.

Por su posición estratégica, desempeñó un papel determinante durante la toma de La Habana por parte de los ingleses en el año 1762. Este episodio causó muchos daños a la fortaleza que obligaron a su reconstrucción. A raíz de la restauración, se aumentó su capacidad defensiva añadiendo dos nuevos baluartes, un foso, camino cubierto, aljibes, cuarteles, calabozos y almacenes. Su torre comenzó a utilizarse como faro desde 1764. En 1844 la vieja torre fue demolida para levantar otra, que es la que llega a nuestros días, y que se electrificó en 1945.

Castillo de San Pedro de la Roca del Morro. Foto: PIxabay/dassel

El Castillo de San Pedro de la Roca del Morro, en Santiago de Cuba es una fortificación militar renacentista que fue construida en el año 1638 con el objetivo de proteger la ciudad de Santiago contra un ataque naval. El Morro de Santiago ha sido intervenido en numerosas ocasiones a lo largo de su historia. La reforma más importante tuvo lugar después del terremoto de 1766.

Fue protagonista de significativos hechos en los que participaron corsarios y piratas, en los siglos XVII y XVIII. Durante las guerras independentistas se desempeñó como prisión. El 3 de julio de 1898 fue protagonista de uno de los hechos más importantes de la historia de América: la Batalla naval de Santiago de Cuba, hecho que definió el fin del dominio español en el continente y el surgimiento de un nuevo imperio.

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