La más reciente medida aprobada por el Gobierno de Cuba, que permite a firmas extranjeras invertir en el comercio mayorista y minorista en la Isla, centró los debates de un foro empresarial que reunió a representantes de varios sectores económicos cubanos y de sucursales de empresas extranjeras radicadas en el país.

Al encuentro, organizado por el Ministerio de Comercio Interior (Mincin) y con sede en el Hotel Nacional de Cuba, en La Habana, asistieron Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación; Betsy Díaz Velázquez y Eduardo Rodríguez Dávila, ministros de Comercio Interior y de Transporte, respectivamente, y representantes de embajadas, empresarios nacionales y extranjeros.

Según fuentes cubanas oficiales, la cita exploró las nuevas oportunidades de negocios en el comercio; y durante su intervención Gil Fernández explicó que Cuba ha iniciado un proceso de recuperación de su economía, luego de una caída en picada por 18 meses debido a las 243 medidas impuestas por la administración Trump –vigentes en la actualidad– y por los efectos de la pandemia.

En medio de este proceso gradual, aseguró, hay una demanda creciente e insatisfecha de los actores estatales y privados para producir y ofertar sus bienes y servicios, y argumentó,que uno de los requerimientos para avanzar con mayor prontitud es incrementar la oferta mayorista de insumos y materias primas.

Lo que se pretende hoy con la inversión extranjera, según aseguró Gil Fernández, es echar a andar la infraestructura existente en el país (almacenes, industrias, fábricas), subutilizada por falta de materias primas a causa de la escasez de financiamiento; es decir, que la inversión extranjera permita el suministro de manera directa a actores estatales y privados y que estos no dependan de las importaciones.

Sobre el comercio minorista precisó que la modalidad prevista es la creación de empresas mixtas, mediante la cual el inversionista extranjero puede pre financiar la industria nacional, adquirir sus productos y comercializarlos.

Gil Fernández especificó que estas nuevas modalidades de inversión extranjera operarán en divisas y, por tanto, venderán en divisas tanto en el mercado minorista como en el mayorista, hasta tanto la economía cubana, como es su pretensión, opere totalmente en pesos cubanos, con un tipo de cambio que garantice la convertibilidad interna de la moneda nacional. “Cuando ese momento llegue, esas actividades que están autorizadas a operar en divisas, pasarán a hacerlo en CUP”, sentenció.

Por su parte, Ana Teresita González Fraga, viceministra primera de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, ratificó la determinación de Cuba de incrementar la participación de la inversión extranjera directa como fuente importante para el desarrollo económico y social; e hizo alusión a las acciones tomadas en los últimos tiempos con el objetivo de crear un ambiente más favorable para el desarrollo de esa actividad.

Varias entidades presentes en la cita dieron a conocer sus intereses para impulsar negocios con capital extranjero y representantes de sectores como la industria, el transporte y la agricultura puntualizaron sobre propuestas específicas relacionadas con:

  • ‌Comercialización mayorista y minorista de productos refrigerados.
  • Comercialización mayorista y minorista de partes, piezas, neumáticos e insumos de transporte.
  • Comercialización de neumáticos, artículos de goma, materias primas, insumos y equipamiento para la industria de la goma.
  • ‌Comercialización de vidrios.
  • Desarrollar una cadena de tiendas minoristas, de alcance nacional y nombre propio, para ofertar variedad de productos.

(Fuente: Cubadebate / Foto: Lissett Izquierdo Ferrer)

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