Foto: Segittur.

«Un destino turístico inteligente (DTI) se define alrededor de cinco ejes que son la gobernanza, la innovación, la tecnología, la accesibilidad y la sostenibilidad. En cada uno de ellos se evalúan una serie de indicadores que van dirigidos a mejorar la gestión del destino, así como a mejorar la experiencia del turista», explicó a TTC en entrevista exclusiva Enrique Martínez Marín, presidente de SEGITTUR, Sociedad Mercantil Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas de España, responsable de impulsar la innovación en el sector turístico nacional, tanto en el sector público como en el privado.

El experto conversó acerca de las ventajas de un destino inteligente y los factores que intervienen en el logro de ese objetivo. «El sistema de gobernanza debe contribuir para que el turista tenga una mejor experiencia durante su viaje al destino, donde, gracias a la accesibilidad todos pueden disfrutar. La vocación de innovación también contribuye en el marketing, tanto en la manera de atraer, como de retener al visitante. En definitiva, los ejes del destino inteligente contribuyen a que el servicio sea mejor y, por lo tanto, la satisfacción de los turistas también lo sea».

Dados sus excelentes resultados, el proyecto DTI que impulsan la Secretaría de Turismo y Segittur ha marcado pautas a nivel internacional. Explica Martínez Marín que «la metodología aplicada en el proyecto de destinos turísticos inteligentes tuvo desde sus inicios una vocación internacional. España analizó distintas necesidades de los destinos turísticos y las aterrizó en un modelo, que ha sido reconocido por organismos internacionales como la Organización Mundial del Turismo (OMT), el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), la Comisión Europea, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

«El modelo se ha implantado en algunos destinos internacionales como Medellín, Colombia, y Tequila, México, a la vez que ha sido acogido por el BID para darle forma iberoamericana y extenderlo por la región de América Latina y Caribe, adaptado a sus peculiaridades.

«Cada vez es mayor el interés internacional por implantar el modelo DTI. En estos días terminamos de trabajar con Bogotá, una de las ciudades más importantes de América Latina, a la que se le ha realizado un informe diagnóstico y un plan de acción para su conversión en DTI».

Foto: Segittur.

El presidente de Segitur se refirió a la accesibilidad como «(…)el eje de más difícil cumplimiento por parte de los destinos, ya que todos partimos de una base instaurada de acuerdo a valores anteriores que olvidaban las necesidades de partes muy significativas de la población. La accesibilidad marca un horizonte de exigencia que, como tiene detrás muchas obligaciones, tarda más en rendir frutos. Sin embargo, hay una parte de más rápido despliegue, y es la relativa al entorno digital como puede ser la web de promoción o las aplicaciones móviles. Lo importante en este aspecto es que para el futuro marcamos un camino muy claro de cómo hay que hacer las cosas».

«La sostenibilidad es uno de los ejes básicos del modelo -añade-. Generalmente hablamos más de sostenibilidad medioambiental, ya que debemos evitar que el turismo tenga un impacto negativo en el entorno natural; pero en el modelo DTI también se mide y trabaja la sostenibilidad económica, con el objetivo de saber qué impacto tiene el turismo en la economía local, qué empleo genera, etc. A todo ello, hay que añadirle la sostenibilidad social y cultural, es importante que los destinos mantengan su esencia y se respete la cultura e idiosincrasia de cada lugar».

De ahí que las alianzas tanto a nivel gubernamental como empresarial sean esenciales: «La colaboración público-privada es una pieza fundamental para que el modelo de destinos turísticos inteligentes funcione. De hecho, la Red de Destinos Turísticos Inteligentes (Red DTI) cuenta con tres tipos de miembros, entre los que se combina la presencia pública: los destinos y las instituciones; y la privada, como es el caso de las empresas. El turista consume servicios de empresas privadas como hoteles y restaurantes, pero también servicios públicos como autobuses, carreteras, etc. Es por ello, que sin armonización y colaboración público-privada no es posible que el hecho turístico tenga lugar». 

Respecto al papel de la digitalización de los destinos, especialmente en el contexto generado por la pandemia, apuntó que la situación creada por la COVID-19 ha impulsado este proceso, ya que han surgido nuevas necesidades detectadas desde el sector público y privado a las que la tecnología ha dado respuesta, contribuyendo así a la modernización de los destinos.

«Con la pandemia se han evidenciado la importancia de los servicios públicos y la digitalización, cuya presencia en algunos procesos del sector turístico contribuye a que la experiencia del turista sea más satisfactoria, ya que a la vez que se agilizan los tiempos, se mejoran la gestión y la seguridad».

Para finalizar, Enrique Martínez Marín se refirió a los próximos pasos y principales retos de la Red DTI, la cual ha posicionado a España a la vanguardia del turismo inteligente.

«Trabajamos día a día en la evolución del modelo, ya que hay que adaptarlo a las nuevas circunstancias y necesidades. (…) Asimismo, tenemos como objetivo medir el impacto de la misma en los destinos que ya la utilizan. Se suma el diseño de nuevos servicios para los miembros de la Red y la constitución de grupos de trabajo para temáticas concretas afines a los destinos miembros. En relación a los retos a mediano y largo plazo, cabría destacar la extensión internacional del modelo».

MÁS NOTICIAS

SUSCRÍBASE A NUESTRO BOLETÍN

ESTAMOS EN REDES SOCIALES