Colegio Santa Clara: joya patrimonial que renace

Una colaboración de Yoanna Cervera

Una joya del patrimonio recobra vitalidad en el corazón de La Habana, el Antiguo Convento de Santa Clara se convierte en Colegio, parte de una obra que materializa el sueño de muchos y especialmente del quien fuera artífice e inspiración: Eusebio Leal Spengler.

Este majestuoso edificio, fundado en 1644 y declarado Monumento Nacional, renace ahora como el Colegio Santa Clara de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, destinado a la formación en las artes y oficios de la restauración para Cuba y el Caribe. Con la finalización de su primera fase de restauración y la inauguración de su Aula Magna, se consolida como parte del primer polo caribeño de formación cultural, posicionándose como un centro de referencia internacional en este campo.

En un acto que contó con la presencia del Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, junto a altos dirigentes gubernamentales, representantes de agencias italianas y miembros del cuerpo diplomático acreditado en Cuba, quedó demostrado el alcance de este proyecto que honra el legado de Eusebio Leal.

Perla Rosales, Directora Adjunta de la Oficina del Historiador, con emoción contenida pero voz firme, destacó: «Este no es un centro educativo convencional. Entre estos muros centenarios florecerá un modelo único de enseñanza donde se entrelazarán la economía creativa con las artes tradicionales, la arquitectura colonial con las técnicas más innovadoras de conservación. Cada aula, cada taller, lleva impreso el sello de Eusebio, su convicción de que el patrimonio no es piedra muerta sino savia viva para construir futuro».

La embajadora de la Unión Europea en Cuba, Isabel Brilhante, enfatizó el valor simbólico de esta iniciativa: «Santa Clara representa exactamente el tipo de proyectos que Europa quiere apoyar: aquellos que transforman piedras en oportunidades, que convierten el pasado en motor de desarrollo comunitario. Nuestra cooperación aquí no se mide sólo en euros invertidos, sino en vidas transformadas, en jóvenes que encontrarán en estos oficios tradicionales un camino digno y una forma de servir a su país». Subrayó además que «este Colegio será faro para toda la región caribeña, demostrando que la cultura puede y debe ser eje de políticas públicas inclusivas».

Anne Lemaistre, Directora Regional de la UNESCO, con profundo conocimiento del proyecto, analizó: «Lo extraordinario de Santa Clara es su enfoque integral. No se trata sólo de salvar un edificio, sino de crear un ecosistema donde conviven la excelencia académica, la transmisión de oficios ancestrales y la innovación tecnológica. Esos techos de madera que hoy brillan renovados son testigos de cómo Cuba ha hecho de la conservación patrimonial un proyecto de nación». Reveló que la UNESCO considera este modelo «ejemplo paradigmático para América Latina y el Caribe, donde la salvaguarda del patrimonio se vincula directamente con desarrollo sostenible y cohesión social».

Italia, con su reconocida experiencia en conservación patrimonial, ha sido un aliado fundamental. Mauricio Camicia, responsable de la cooperación italiana, detalló los 14 cursos especializados desarrollados y anunció nuevos programas de intercambio con instituciones de restauración en Roma y Venecia. «Hemos aportado no sólo recursos, sino lo más valioso: el conocimiento acumulado por generaciones de artesanos y restauradores italianos», afirmó.

Gladys Collazo, directora del Colegio de Santa Clara, presentó el programa académico que inicia este viernes, con 10 talleres especializados y 4 laboratorios. «Nuestro claustro reúne a los mejores expertos nacionales y contamos con alianzas estratégicas con el INDI, la Universidad de las Artes e instituciones de 6 países europeos», explicó. Los retos son ambiciosos: «Aspiramos a que cada graduado de Santa Clara lleve consigo no sólo técnicas de restauración, sino esa ética del cuidado del patrimonio que caracterizó a Eusebio Leal».

Este proyecto, que combina la grandeza histórica con la innovación formativa, no sólo preserva un edificio emblemático, sino que garantiza que las futuras generaciones de restauradores caribeños tendrán aquí un espacio donde aprender, crecer y honrar la memoria de quienes, como Eusebio Leal, entendieron que el patrimonio es el alma viva de las naciones.

Como colofón de este emotivo momento, se presentó la Banda Transcultura dirigida por el maestro Roberto Fonseca y el cuarteto HumanSould, que integran también jóvenes músicos que representan el talento emergente beneficiado por estos programas culturales. Sus melodías, resonaron bajo los arcos centenarios del convento, simbolizando ese diálogo entre pasado y futuro.

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