Especial TTC: Parque Nacional Histórico La Isabela, primera ciudad que fundaron los españoles en América

Por: José Luis Perelló

Con la llegada de Cristóbal Colón al «Nuevo Mundo» en 1492, comenzaba el proceso de colonización fundamental para la existencia de los países que hoy en día componen el continente americano; cambiando la historia del continente y de Europa, como también la de España. En su segundo viaje, ya en 1493, Colón buscó consolidar la presencia española. Este fue un punto crucial en los primeros años de colonización, una vez volvieron a pisar tierra, fundaron la primera ciudad española en América: La Isabela.

Se trata de una ciudad fundada el 6 de enero de 1494 que estaba ubicada en la actual provincia de Puerto Plata, en la costa norte de la República Dominicana. Fue concebida como una base estratégica para la exploración, el comercio y la expansión del dominio español en el Caribe. Así, se construyeron viviendas, almacenes, una iglesia y una fortaleza, y se trazaron calles y se intentaron introducir cultivos y ganadería europeos.

La falta de experiencia en la gestión de una colonia en condiciones tan diferentes a las europeas contribuyó a su fracaso. La relación con los indígenas locales fue tensa y estuvo marcada por enfrentamientos debido a la explotación y el maltrato. Por otro lado, las nuevas condiciones climáticas a las que debían acostumbrarse provocaron epidemias, que sumado a la falta de inmunidad a enfermedades tropicales diezmaron a los colonos.

Todos eran indicios de que la ciudad iría a la deriva, y su declive llegó en 1498. Cuatro años después de su fundación, La Isabela fue prácticamente abandonada y los colonos supervivientes se trasladaron a otras ubicaciones más favorables, como Santo Domingo, capital actual de República Dominicana y que se convertiría en el principal asentamiento español en el Caribe.

La Isabela representa un hito en la historia mundial, ya que marcó el inicio de la colonización española y europea en América. Al ser fundada antes que Santo Domingo, La Isabela constituyó el centro del proyecto colombino y se convirtió en el punto de partida de las expediciones que conquistaron América y de la organización del territorio isleño. En los primeros 10 años, los poblados de mayor importancia de la isla fueron La Isabela, La Vega y Santo Domingo. En ese lapso se produce el acercamiento indo-hispánico y el proceso de integración de ambas culturas.

Actualmente, los restos de aquella ciudad componen un sitio arqueológico conocido como Parque Nacional Histórico La Isabela, que conserva vestigios de la urbe que fue como restos de edificios (fundaciones de la iglesia, almacenes y viviendas) o tumbas y restos humanos que dan pistas sobre las condiciones de vida y los desafíos de los primeros colonos. También artefactos como herramientas, cerámica y objetos traídos por los colonos.

Los vestigios arqueológicos ofrecen información importante sobre la configuración original del asentamiento. Es evidente que no se adoptó el sistema de retícula que se implantaría a inicios del siglo XVI, sino que se siguieron los patrones medievales del siglo XV, respondiendo a las necesidades inmediatas de asentamiento y de defensa conforme a las lecciones aprendidas en el Fortín La Navidad.

El “Parque Histórico y Arqueológico La Isabela”, donde se encuentra el sitio arqueológico, abarca otros elementos que lo complementan, algunos de ellos distantes del asentamiento principal: el muelle al norte, sepultado bajo escombros, junto al primer astillero de América; el área de viviendas al este; la cantera al sur; y más allá de esta, el área de Las Coles donde se encontró el horno de cocción cerámica junto con restos de ladrillos y tejas, ubicada en la margen izquierda de la desembocadura del río Bajabonico.

El proceso de la nominación de La Isabela como patrimonio mundial comenzó en 1990 dentro de una propuesta más amplia que incluía Santo Domingo y La Vega Vieja. En 2001, La Isabela quedó oficialmente inscrita en la Lista Indicativa de la UNESCO.

Su valor universal radica en ser el lugar donde se atestiguó durante los finales del siglo XV, el inicio de la transformación de las costumbres, la alimentación, la lengua, las creencias religiosas, la flora y la fauna entre dos continentes que transformó el curso de la historia de la mayor cantidad de pueblos y culturas en el continente americano y europeo.

El valor fundamental del sitio de La Isabela es esencialmente simbólico e histórico. A pesar del alto grado de deterioro y que sus principales estructuras se encuentran reducidas a cimientos, es necesario destacar tres aspectos relevantes: el valor significativo que tiene este patrimonio para el entorno inmediato y nacional, el valor que representa para la población por sus características físicas e históricas, y el valor universal excepcional (concepto clave de la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural).

Es La Isabela uno de los atractivos turísticos más significativos de República Dominicana y del Caribe Insular que trasciende las fronteras nacionales y cobra importancia para las generaciones presentes y venideras de la humanidad.

 

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