Especial TTC: ¿Existen innovaciones en el turismo cultural en el mundo?

Foto: Música en La Habana, ciudad creativa de la UNESCO desde 2019. Pixabay/ hoeldino

Por Frank Martin

Especialistas en el turismo internacional afirman que las innovaciones en la modalidad cultural son actualmente piezas claves en un esfuerzo importante y general que beneficie la plena recuperación de esa industria.

Una de las razones que respalda tal afirmación es que cada destino en el planeta se comporta con su propia cultura y suele priorizarla al abrirse a los visitantes; mostrando los ángulos de la personalidad humana predominante y de las diversas maneras de vivir y de pensar.

No es un secreto que el turismo cultural es -y está obligado a hacerlo- muy creativo además de tradicional.

La década anterior al estallido de la pandemia mundial de 2020 estuvo matizada por muchas novedades culturales, entre estas el avance de la tecnología. Esto benefició las innovaciones múltiples.

Actualmente, cuando el mundo turístico se esfuerza en alcanzar más velocidad de restauración tras casi descarrilar, especialistas y grandes organizaciones internacionales creen que la tradición, la innovación y la creatividad brindan al turismo cultural la condición de ser una llave clave hacia el éxito.

Otros organismos muy tradicionales en la rama cultural como lo es la UNESCO expresaron ya desde hace algunos años que para el desarrollo de un turismo sostenible se necesitan integrar valores culturales y naturales.

Desde 2016 la Organización Mundial del Turismo respalda objetivos generales en el ámbito del turismo cultural. Los principales: integrador, sostenible y enriquecedor del desarrollo socioeconómico de las comunidades locales.

Existe ya la convicción de que es imprescindible en el proceso de enriquecimiento general del turismo mundial que se promuevan tanto la identidad de cada destino como los intercambios transculturales entre los visitantes y la comunidad que visitan.

En este concepto prima el turismo creativo. La creatividad puede ser un don espiritual, personal, pero en la industria turística se traduce en una interactividad entre destino y visitante.

Un turista de vacaciones puede querer, y lo hace en muchos casos, integrarse a los destinos, desarrollando un potencial creativo, tomando de los lugares la esencia vital cultural.

Con esa idea la UNESCO impulsó desde hace dos décadas una denominada Red de Ciudades Creativas para promover la cooperación hacia y entre las ciudades que identifiquen la creatividad como factor estratégico de desarrollo urbano sostenible.

Estos peculiares conceptos de ciudades incluyen siete ámbitos creativos: las artes digitales, artesanía y artes populares, cine, diseño, gastronomía, literatura y música.

En tal programa son frecuentes las jornadas de talleres abiertos, distritos de industrias culturales y creativas e incluso comercios que permiten realizar compras especializadas en establecimientos de diseño, moda y arte contemporáneo, por ejemplo. Las islas del mar Caribe están integradas a tales programas.

La Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe (CHTA) llamó a impulsar una industria que beneficie la educación, el empleo, la salud y apoye otros sectores importantes para mejorar la calidad de vida.

El llamado caribeño al respecto reclamó que estos conceptos están en un gran momento proclive para las nuevas ideas, métodos, productos y proponer un pensamiento innovador.

Una idea fundamental en el proceso es que las islas comparten además de las playas y la música, maneras culturales muy especiales, con entusiasmo propio.

En el perfil económico y financiero, la industria del ocio tiene mucho que ganar con el turismo cultural, de iniciativa y creatividad. Pronósticos señalan que el tamaño financiero del mercado de turismo cultural será ya multimillonario en 2030.

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