Foto: ©Jaroslaw Kilian/123RF.COM

Iberia salvó a Air Europa de una previsible crisis de liquidez, pues IAG acumulará una aportación inminente de 175 millones de euros a la aerolínea de Globalia, que suma alrededor de 700 millones de euros de pérdidas entre 2020 y 2021, según informó Reportur.

Air Europa había agotado todas las vías para lograr financiación privada, tanto bancaria como de otros posibles inversores a cambio de activos, luego de que el gobierno español la hubiese inyectado más de 600 millones mediante distintas fórmulas, y fuese reacia a incrementar este monto.

Luis Gallego, CEO de IAG, y Pepe Hidalgo, presidente de Globalia, han cedido cada uno para encontrar un nuevo esquema que concilie sus respectivos objetivos, que en el primer caso es quitarse a un competidor al menor coste posible, y en el segundo mantener varios años su estatus de dueño de Air Europa sin verse amenazado por una quiebra.

Iberia, tras abonar 75 millones a su rival para evitar años de litigios judiciales y amenazas a su reputación, ha accedido a aportar otros 100 millones de euros más que reclamaba un Hidalgo consciente de que necesitaba todavía más dinero para mantener a flote a Air Europa ante la crisis de demanda por la guerra en Ucrania y por la inflación del petróleo.

No obstante, la fórmula intermedia acordada entre las partes ha sido darle a esta aportación el carácter de crédito, que obliga a Air Europa a devolverlo y que se puede convertir en el 20 por ciento de su capital, de modo que Iberia habrá logrado valorar a su competidora en 500 millones sin contar deuda, aunque su desembolso total vaya a ser de 175 millones.

Sin embargo, estas cesiones de Iberia se compensan con que ahora se facilita la absorción de Air Europa por una cuantía mucho menor a los 1.000 millones pactados hace dos años y medio y a los 500 millones hace un año, al mismo tiempo que consigue el mayor beneficio que buscaba tanto entonces como hoy de eliminar a su gran competidor.

Además, tras garantizarse así un año de exclusividad para negociar la adquisición y si cumplido el plazo las conversaciones siguen sin prosperar, la filial de IAG tendrá, durante los dos ejercicios siguientes, el “derecho a igualar cualquier oferta de terceros por la aerolínea”, lo que supone un segundo blindaje para imposibilitar el desembarco de competidores en Barajas que se extendería a tres años en total.

Las cifras redondas de las operaciones –1.000 millones en primer término; 500 millones tras una renegociación; 75 millones tras las amenazas de provocar ruido, y los 100 millones de préstamo actual–, dejan entrever que han sido montos hablados en lenguaje sencillo en lugar de estar basados en exhaustivas auditorías que justifiquen al detalle las valoraciones y conceptos.

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