Cuba, un destino en el Caribe para los aventureros del mar

Por Daily Pérez Guillén

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María Romeu, una agente de viajes muy experimenta en el mercado de los yates de lujo, presenta a Cuba como destino turístico en ciernes pero de amplias oportunidades para ganar un lugar relevante en la región del Caribe.

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Justo donde las aguas del océano Atlántico, del mar Caribe y del golfo de México confluyen, Cuba sobresale como un punto clave para la exploración y la conectividad marina. Más de 4 000 cayos e islotes, junto a la Isla de Cuba y la Isla de la Juventud, conforman el archipiélago más grande y occidental de las Antillas Mayores. Para quienes buscan aventura y privacidad viajando a bordo de yates de lujo aquí encontrarán experiencias para recordar siempre.

Clasificar entre los ocho archipiélagos más extensos del mundo, no le ha asegurado al país caribeño ser uno de los destinos náuticos más visitados en América. María Romeu, una agente de viajes que en la última década ha organizado alrededor de cincuenta travesías por territorio cubano de yates de lujo, ha tratado de franquear todos los obstáculos y convertir esta realidad en un atractivo. 

La pasión emerge cuando habla del tema. “Cuba ofrece, sobre todo al visitante aventurero, todo lo que puedas imaginar. Hay rutas preciosas de navegación porque es uno de los destinos más grandes, más diversos, y más vírgenes de todo el Caribe, para las personas que verdaderamente quieren explorar.”

María Romeu, experimentada agente de viajes que ha guíado travesías de yates de lujo en las aguas de Cuba.

Un compromiso sostenido con la conservación medioambiental propicia que aproximadamente el 25 % de los ecosistemas marinos y costeros de este territorio se reconozcan como zonas protegidas. De ahí que los fondos que rodean Cuba se cataloguen entre los más espectaculares del Caribe por su riqueza natural, histórica y paisajística. 

Es parte del contenido promocional que resalta CubaPlus Travel, la empresa para la que trabaja actualmente Romeu. Aquí se encuentra «el 36 % de todos los arrecifes de coral en la cuenca del Caribe (…) los ecosistemas son más saludables que en cualquier otro país», resalta la portada del sitio web.

La mayoría de esos corales crecen en reservorios prístinos. Entre los arrecifes sobresalen más de cuarenta especies y la reserva de coral negro más grande del Caribe se localiza en la Península de Guanahacabibes, hacia el extremo occidental de la isla. Especies tan emblemáticas como el pez león, la cherna, el cobo, las tortugas marinas, el delfín nariz de botella, cocodrilos y tiburones nadan también en esas profundidades. 

Experiencias de buceo en María la Gorda.

En otras locaciones el paisaje submarino reserva cuevas, túneles y canales ideales para el buceo profesional y la fotografía, tal es el caso de María la Gorda y Punta Francés. En tanto, en el Parque Nacional Ciénaga de Zapata, los valles y galerías subterráneas conectan con el mar a través de cenotes y lagunas.

Por si fuera poco, Cuba también salvaguarda un patrimonio histórico sumergido. En guías especializadas y reseñas de viajes aparecen menciones a los cementerios de barcos en la zona de Bajo de Zambo, con más de cien pecios, o en la bahía de Santiago de Cuba, donde yacen los buques españoles hundidos durante la guerra de 1898 por las cañoneras estadounidenses.

Para llegar hasta esos parajes con todo tipo de garantías y vivir experiencias exclusivas, María Romeu ha diseñado tres rutas marítimas – y anuncia que pronto estará disponible una más por la costa norte de Cuba.  

Desde las plataformas digitales de la agencia CubaPlus Travel es posible acceder a ellas y conocer todo tipo de detalles. La ruta del Noroeste comienza -o termina, como todas las otras, a elección del cliente- por Varadero, continúa hacia La Habana, luego sigue a Cayo Jutías hasta llegar al Centro Internacional de Buceo María La Gorda, muy cerca del Cabo de San Antonio, en el extremo occidental de la Isla. 

En tanto, uno de los recorridos del suroeste, inicia en el Cabo San Antonio, para arribar luego al Centro Internacional de Buceo María La Gorda, avanza  hasta Punta Francés en la  Isla de La Juventud, se adentra en el Archipiélago de los Canarreos, bordea Cayo Largo del Sur y continúa hasta Cienfuegos y Trinidad.

Por último, la exploración que toma como punto de partida Santiago de Cuba, en la costa sur oriental, propone disfrutar del paisaje en Marea de Portillo, recomienda navegar durante la noche para despertar en Cayo Cabeza del Este en completa soledad con un faro a la vista y adentrarse luego en los Jardines de la Reina, y acercarse a Trinidad, Cienfuegos o Cayo Largo del Sur.

Rutas de navegación por aguas cubanas.

EXPERIENCIAS EXCLUSIVAS

Tierra adentro de los 5 800 km de costas que siempre estarán a la vista de las tripulaciones, el territorio insular alberga montañas, ríos cristalinos con saltos y diversos senderos ecoturísticos; más de 6 000 especies de plantas, buena parte endémica; animales emblemáticos como el ave más pequeña del planeta, el zunzuncito; las polymitas, los caracoles más coloridos y los bosques de manglar más extensos del Caribe. 

Cascadas en las montañas de Cienfuegos, Cuba.

Para que sus exigentes clientes puedan acercarse a esas maravillas, incluso a la historia, la cultura y a las personas que pueblan la nación, Romeu teje una red de conexiones a través de toda la isla con actores estatales y privados. «He tenido, por ejemplo, un yate de 99 metros, con dos pasajeros a bordo y 35 tripulantes, por treinta días en la costa sur de Cuba, solamente explorando. Nunca tocaron tierra firme de la isla grande. Eran británicos de muy alto nivel económico.”

Ella asegura que su estadía pasó inadvertida. «Estas personas buscan privacidad y explorar lugares vírgenes. Estuvieron seis días en Jardines de la Reina, un parque nacional subacuático con treinta años de protección. Allí existe todo lo que puedes imaginar de vida marítima, entre siete y ocho especies de tiburones, cocodrilos endémicos de Cuba. Después fueron a Cayo Largo del Sur y para aprovisionarse logramos importar 600 kilogramos de comida gourmet a través de una empresa belga. Todo vino envasado de acuerdo con las regulaciones y requerimientos internacionales para la transportación de alimentos. Las entidades cubanas Palco, Inmigración, Aduana, Marinas Marlin colaboraron con toda la información y los trámites para mover esos abastecimientos desde el aeropuerto Charles de Gaulle en París, hasta Cayo Largo del Sur en 72 horas. Esta fue una experiencia maravillosa en 2023 y ya la hemos repetido varias veces.»

Otros viajeros prefieren abandonar por unas horas o jornadas sus lujosas embarcaciones, recorrer determinados escenarios del país y vivir su vibrante cultura.

«En Santiago de Cuba recibimos un  yate espectacular por cuatro días. Sus dueños querían un viaje muy curado, especial, pues la señora  cumplía años. En ese tiempo producimos un carnaval en El Morro con la Comparsa del Caribe. A bordo venían también cuatro niños con dos nanas y seis adultos más. En una ocasión, mientras que los adultos disfrutaron un encuentro privado con el conservador de la ciudad, Omar López, que es musicólogo, sobre la historia de la música cubana, los niños tomaron una clase con el ballet de Santiago. Y después de que los padres bailaran rumba en una clase interactiva, fuimos a la sala de ballet y vieron a sus niños, hembras y varones, danzando una escena del Cascanueces. Creo que fueron seis eventos privados en cuatro días.» 

Entre las fotos que guarda en la galería de su teléfono inteligente aparecen cenas organizadas en lugares tan idílicos como las ruinas de cafetales franceses en la Gran Piedra, entre flores del Jardín Ave del Paraíso donde se cultivan estas especies asiáticas y muchas otras. Sobre manteles blanquísimos relucen cubiertos de plata, copas del más fino cristal y un delicioso manjar.

«Todo eso genera ingresos al sector privado, a los artistas, a la comunidad en general y para mí es muy importante apoyar a estas personas», declara. 

CUBA, UN ESCENARIO IDEAL PARA EL YATISMO DE LUJO

El yatismo de lujo representa mucho más que navegar, es una forma de vida exclusiva que combina tecnología avanzada, diseño refinado y experiencias personalizadas. En este negocio María Romeu se inició una décadas atrás. 

Aunque había nacido en una familia de origen cubano con tradiciones náuticas, por primera vez en su vida estuvo cerca de modernos navíos de 70, 80, 90 metros de eslora con helicópteros, piscinas, gimnasios, spa y tripulaciones de hasta 30 personas a bordo.

«Yo los veía y pensaba, ¿por qué estos yates no van a Cuba? Un día llegó un británico, un billonario, financiero muy famoso, con su maravillosa embarcación que iba mucho a esa marina, y le dije al capitán, ¿usted cree que algún día yates como estos irían a Cuba? Él respondió, «Suerte, si tú puedes convencer a un billonario de llevar su yate a Cuba, creo que les encantaría, pero yo no sabría ni por dónde empezar.»

Pasaron años y la idea siguió rondando en la cabeza de esta mujer que dejó su puesto en la marina para convertirse en tripulante profesional . «Decidí que iba a aprender esa industria de punta a punta y encontré una nueva carrera siendo tripulante de yates de súper alto nivel.» 

Fue entonces cuando luego de una larga travesía, en diciembre del 2014, escuchó las declaraciones del presidente Barack Obama que cambiaron por un tiempo el rumbo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. «Dejé todo y con un primo empecé a visitar todas las marinas de Cuba. He estado diez años creando todo esto», cuenta mientras intenta que las rutas de navegación que ha diseñado para atraer a yates de lujo a la Mayor de las Antillas aparezcan en su celular.

Yate en aguas cubanas.

Entre los años 2016 y 2018 gestionó la travesía de más de treinta embarcaciones de este tipo a través de aguas y puertos cubanos. También desarrolló un viaje de familiarización para la Asociación Internacional de Corredores de Yates y trajo a 27 gerentes de yates charters a Cuba a principios de 2017.

Luego de la intensa temporada de huracanes de 2018 y de las restricciones impuestas por el gobierno de Donald Trump en 2019, que limitaron los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba, estima que apenas unos 20 yates han contratado sus servicios.  Ante esa realidad redirigió todo su marketing a Europa, una estrategia que concuerda con las tendencias de este mercado.

Medios especializados aseguran que esta industria está en plena expansión, impulsada por el crecimiento del turismo exclusivo, el aumento de la riqueza global y una demanda creciente de experiencias personalizadas en el mar. El mercado de yates de lujo se valoró en 8.75 mil millones de dólares en 2024 y se proyecta que crezca hasta 10.14 mil millones en 2025. Hacia 2023 se espera que ascienda a 17.33 mil millones, con una tasa anual de 8.0%. Europa lidera esa tendencia con una participación del 47.58 %, según estadísticas del año anterior publicadas por Fortune Business Insights.

Superyate entrando al puerto de La Habana.

Este turismo de alto nivel, por lo general, busca destinos en el Mediterráneo, el Caribe y el sudeste asiático. Durante la temporada de invierno (noviembre a mayo), cuando las temperaturas cálidas y las aguas tranquilas son ideales para navegar y fondear, el Caribe gana la preferencia.  Más de 700 islas y cayos, desde las Bahamas hasta las Islas Vírgenes, exhiben paisajes y playas únicas y una cultura local muy atrayente. 

Muchas de esas islas sólo son accesibles por barco, una garantía de privacidad y exclusividad altamente valorada por el reducido pero relevante porcentaje de viajeros que componen este segmento. Como añadido esencial, las modernas marinas de la región cuentan con servicios de chárter de alta gama y tripulaciones profesionales.

En ese entorno tan competitivo como exclusivo, Cuba aún tiene posibilidades y también desafíos. María Romeu los conoce muy bien.

«El yatismo es totalmente móvil en todos los aspectos. Las restricciones que existen de Estados Unidos solo aplican sobre yates estadounidenses. El último que tuvimos aquí era de dueño marroquí pero la embarcación italiana. Ese yate vive la mitad del año en una marina de Miami, vino y regresó allí. La guardia fronteriza y la policía de frontera le dijeron «Bienvenido», porque las restricciones son sobre dueños y embarcaciones americanas, que son ocho o diez marcas. El resto de todos los yates del mundo no están hechos en Estados Unidos, ni sus dueños son ciudadanos estadounidenses.»

Ante esta realidad, qué posibilidades quedan para los ciudadanos estadounidenses que quieran navegar a través de los mares de Cuba e incluso, acercarse a su gente. Si bien los viajes de turismo no están autorizados en la actual legislación de ese país, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) ha publicado licencias generales para doce categorías de viaje. 

«Con un itinerario que califique en estas categorías, pueden venir», aclara Romeu.»Principalmente bajo las denominadas Apoyo al Pueblo Cubano y Proyectos Humanitarios han llegado muchos americanos a los que les he creado itinerarios y experiencias relacionadas con la conservación de la naturaleza, protección de los fondos marinos en áreas protegidas y otras. He tenido una familia, por ejemplo, que todas sus experiencias fueron con proyectos culturales privados. Es decir, los americanos también pueden venir legalmente.»

Superyate en el puerto de La Habana.

Pese a la difícil situación económica que vive Cuba, la experimentada agente de viajes asegura que el país está en mejores condiciones que nunca para impulsar un turismo de altísimo estándar. 

«Durante las estancias en Cuba promovemos mucho el producto natural. Trabajamos con las fincas agroecológicas, ofrecemos productos naturales, de temporada, todo orgánico. Pero si nos piden una pera que en Cuba no crece, hay proveedores que importan, y se encuentran peras, manzanas y uvas. Contratamos personas que diariamente abastecen restaurantes y legalmente podemos proveer de pescado fresco, de distintos tipos de leche, incluso de comida gourmet. Hay muy pocas cosas que no se pueden obtener, productos como vinagres o aceites exóticos. Pero estas tripulaciones viajan con chef a bordo y trabajamos muy de cerca con ellos para los abastecimientos. Les encanta cocinar con lo que les proveemos aquí.»

María además procura que sus clientes se adentren en tierra firme. «Realizamos excursiones a fincas como Vista Hermosa o Marta. En el restaurante sostenible El Cuajaní en Viñales, por ejemplo, tienen una huerta impresionante donde crecen un sinnúmero de diferentes tipos de tomates y dedicada a flores comibles. Degustar los tostones hechos con una especie de tomates italianos o las brochetas con las flores del cilantro que explotan en la boca, son experiencias inolvidables con sabor del campo cubano.»

Delicias gastronómicas en restaurante privado cubano.

El combustible, un tema de gran preocupación en el país hoy, para CubaPlus Travel no lo es tanto. «Son embarcaciones con grandes tanques que casi nunca necesitan abastecer.» De cualquier modo la agencia se ha asegurado de contar con el apoyo de la infraestructura del país para situaciones de emergencia o necesidad.

«Si se rompe algo, el satélite, una pieza de motor, podemos lograr que entre a Cuba en menos de veinticuatro horas. Tenemos todo el apoyo de Aduana, de las marinas. He tenido que localizar desde medicamentos hasta satélites, o una propela, y hemos podido entrarla a Cuba y tenerla en el yate en veinticuatro horas.»

En cuanto a infraestructura náutica en el archipiélago, la Marina Gaviota Varadero, con más de 1 000 amarres es una de las más grandes del Caribe y el Puerto de La Habana, que deviene también entrada a experiencias culturales únicas como la Ceremonia del Cañonazo en la Fortaleza de La Cabaña o el espectáculo del Cabaret Tropicana, dispone de las condiciones para recibir a estos yates de lujo. En otras zonas de la extensa isla como Cayo Largo, Cienfuegos o Santiago de Cuba, se encuentran otros puntos también provisionados para esos fines. Una red de fondeaderos complementa en lugares clave de la plataforma insular.

Yate en María la Gorda.

En la comunicación de estas oportunidades para la aventura y la exploración en Cuba y la presencia en espacios de networking como las ferias náuticas, Romeu divisa una meta. Ese tipo de eventos atrae a comerciantes, a miembros de organizaciones profesionales de yates, capitanes, así como a representantes de muchas otras agencias dedicadas a trazar las rutas de los yates de lujo. 

«Es muy importante entender el impacto de este nivel de visitantes, porque si son personas con conciencia que vienen a Cuba realmente para empaparse o estar inmersos en la cultura, en la naturaleza, es con una esperanza a un nuevo nivel de turismo y también sirven como embajadores», comenta María Romeu, una mujer que piensa en su gente y en ubicar a Cuba como uno de los destinos predilectos para el yatismo de lujo en el Caribe. «Lo más importante para mí es que este tipo de personas vengan y vean y sepan que están salvos y sanos, que van a ser recibidos con los brazos abiertos.»

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