Foto: Neelam279/Pixabay.

Las restricciones a los viajes impuestas para frenar la trasmisión de la variante ómicron del coronavirus golpean la ya acosada industria del turismo y los viajes, augurando una Europa sombría en medio de la temporada crucial de las vacaciones navideñas.

Hay muchos aspectos desconocidos de la nueva variante, aunque las pruebas crecientes indican que se trasmite más fácilmente. Mientras los científicos se apresuran a investigar qué tan grave es y la eficacia de las vacunas contra ella, la incertidumbre misma provoca cambios en los planes.

 El Advantage Travel Group, que representa a unos 350 agentes de viajes de Reino Unido, dijo que los viajes disminuyeron en un 40% a mediados de diciembre comparado con el mes anterior. Las cifras, que incluyen reservas de vuelos, cruceros y vacaciones combinadas, se suman a la depresión del sector, cuyos negocios se redujeron en dos tercios desde el inicio de la pandemia, dijo la directora ejecutiva Julia Lo Bue-Said.

«Nuestros miembros tratan con clientes que están realmente nerviosos», afirmó. «Temen hacer reservas para el Año Nuevo debido al riesgo de que el gobierno tome medidas por reflejo».

Gran Bretaña está pasando por una de las olas más dramáticas, para desgracia de pubs y restaurantes que han debido cancelar todas las fiestas en los días previos a la Navidad. El secretario del Tesoro, Rishi Sunak, se reunió el jueves con representantes del sector para conocer sus inquietudes acerca de cómo sobrevivir a una nueva temporada con caída brusca de ingresos.

(Tomado de la prensa internacional)

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