Especial TTC: Turismo de aventura en México

Por: José Luis Perelló

Enclavado en las montañas que forman parte de la mítica e imponente Sierra Tarahumara, se encuentran las Barrancas del Cobre, un lugar -donde la naturaleza que da origen al nombre de esta zona turística- se ha vuelto una parada obligada para quienes pasean por la región. Las Barrancas del Cobre, en Chihuahua, son cuatro veces más extensas y dos veces más profundas que el Gran Cañón del Colorado, en Estados Unidos. Sus imponentes paredes, cañones y su cultura las hacen uno de los destinos más atractivos de México.

En este sistema de barrancas de la Sierra Tarahumara, se encuentra el Parque de Aventuras Barrancas del Cobre, un espacio destinado a experiencias únicas. Entre sus atracciones cuenta con la tirolesa más larga de México y una de las más grandes del mundo. Se llama Ziprider y mide 2,5 kilómetros de longitud, con varias alturas debido a las condiciones del terreno. El recorrido se hace en un arnés tipo silla, con velocidad que puede alcanzar los 80 y hasta los 135 kilómetros por hora, mientras se observa la majestuosidad del lugar.

Otro atractivo es el teleférico sobre los cañones, con una longitud de 3 kilómetros de recorrido, sobre los abismos y montañas. Lo mejor es que no hay torres intermedias que obstaculicen las asombrosas vistas del abismo.

Su góndola tiene capacidad para 60 personas y el viaje completo dura 45 minutos. Sin dudas, es increíble la visual que ofrece la unión entre los barrancos: Barranca del Cobre, Barranca Tararecua y Urique, esta última con una profundidad de 1,879 metros. El punto al que se llega es la estación Mesón de Bacajipare, donde podrás realizar senderismo con un guía rarámuri, pueblo nativo asentado en el territorio del estado de Chihuahua.

En otra zona, entre los tupidos bosques de pinos, encinos, madroños y álamos, el Parque tiene un circuito de destreza y obstáculos llamado “Bosque Aéreo”. Es un paseo extremo por las copas de los árboles, con una duración aproximada de 1 hora y 45 minutos, a través de una serie de 12 puentes colgantes de distintos niveles de dificultad que pondrán a prueba tus habilidades físicas.

Otra parte más extrema es el rappel sobre la pared de un abismo o dar un salto, para llegar al otro extremo, todo incluido en lavía ferrata”. La actividad se inicia con un descenso a rappel de 48 metros de altura entre piedra y el voladero, hay que cruzar 5 puentes colgantes de distintas dificultades; se sigue un ascenso por la pared de roca a través de escalones y grapas de metal; luego, penetras a 2 pequeñas cuevas, y finalmente, harás el emocionante salto, que te llevará de un voladero a otro.

Una actividad más relajante y placentera, después de derrochar tanta adrenalina, tras un día de aventura, el Restaurante Barranco instalado a la orilla de la montaña, cuenta con un mirador exterior, con vistas extraordinarias.

En su interior, hay una parte del piso que es de cristal, a través del cual se asoma el voladero y la zona donde se realiza la vía ferrata. En cuanto al menú, sirven platillos regionales con insumos locales, como el guisado de Abigeo, la deshebrada serrana, el asado de puerco, el chile pasado y el bistec norteño; con el vino chihuahuense, gran variedad de cervezas artesanales y el infaltable sotol. La zona es famosa por su producción de vinos, las misiones jesuitas y el mirador de piso de cristal del Cerro del Gallego, el más alto de México, a unos 1,830 sobre el nivel del mar sobre la cúspide del Cañón de Urique, el punto más alto de estas montañas de las Barrancas del Cobre.

Más al norte está el pueblo mágico de Creel, al que llaman la puerta de entrada a las Barrancas del Cobre. Se caracteriza por sus bosques de coníferas, cuevas habitadas por familias rarámuris, lagos, cascadas y rocas gigantes de formas extrañas, como las que se observan en el Valle de los Hongos, en el de las Ranas y en el de los Monjes.

Creel es un pueblo mágico que cuenta con todos los servicios: touroperadores, cabañas exclusivas, hoteles pequeños, bares, restaurantes y otros servicios turísticos.

Las Barrancas del Cobre, en el estado de Chihuahua, es uno de los escenarios más extraordinarios de México, gracias a sus profundos barrancos y cañones. Los paisajes que se observan en el trayecto y las comunidades indígenas tarahumaras que viven en sus alrededores hacen de este, un lugar mágico.

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