Foto: Roberto Morejón Guerra/ Juventud Rebelde.

Este martes 19 de octubre Cuba proclamará al béisbol como Patrimonio Cultural de la Nación, un viejo sueño del pueblo de la isla de reconocer a su deporte nacional como uno de los hacedores de la idiosincrasia de la sociedad cubana, en estrecha relación con su historia e identidad cultural.

El sitio escogido ha sido el célebre Palmar de Junco, en la provincia de Matanzas, a poco más de 100 kilómetros al este de La Habana. En este lugar, en 1874, se jugó pelota por primera vez en la isla.   

Aunque los apuntes históricos registran que desde la década anterior ya se practicaba este pasatiempo en terrenos baldíos aledaños a las ciudades de Matanzas y La Habana, en esta última, en áreas de El Vedado.

Cuentan que eran los jóvenes de la aristocracia criolla que cursaban estudios en universidades de Estados Unidos —cuna del béisbol—, los que aprendieron a jugarlo primero y lo estrenaron en la isla caribeña. El juego muy pronto se generalizó a otros grupos juveniles y extendió a distintos sectores de la sociedad. De ahí que antes de ese histórico primer encuentro beisbolero no faltaron juegos en las calles y plazas matanceras.

Como dato curioso, el Palmar de Junco es el terreno de béisbol en activo más antiguo del mundo, luego de que se desactivara el Union Grounds, en Brooklyn, Nueva York, inaugurado en 1862.

(Con información de Cubaperiodistas)

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