
Baracoa, y específicamente el proyecto la Ruta del cacao es una propuesta de gran atractivo para el visitante al que muestra una importante tradición del oriente cubano. Fotos: Narmys Cándano. TTC
Acorde con la política sectorial de diversificar el producto turístico cubano más allá de sol y playa, es muy acertado dedicarle la Feria Internacional de Turismo FITCuba 2017 a la modalidad de Circuitos, cuya popularidad, por demás, va en ascenso dada la progresión notable en la demanda del turismo activo.
Cuba es un destino de excepcionales condiciones autóctonas y facilidades instaladas para desarrollar este producto, por lo que numerosas y variadas ofertas de circuitos, fijas o a solicitud del cliente, de corta o larga duración, son diseñadas por receptivos cubanos y turoperadores que comercializan el destino.
Estos programas se apoyan en una infraestructura turística distribuida a lo largo y ancho del archipiélago, tanto la complementaria como una planta de más de 300 hoteles (mayoritariamente de 4 y 5 estrellas), que agrupan más de 66 mil habitaciones –otras 4 020 se encuentran en proceso de ser terminadas durante 2017.
Se suma una red de puntos de embarque y vías de entrada aérea y marítima que cubre el territorio nacional, desde el extremo más occidental hasta el más oriental incluidas las principales cayerías, y propicia no solo el acceso directo desde el exterior a diversos polos sino también el traslado interno entre ellos durante los recorridos: tres terminales de cruceros (en La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba), diez marinas internacionales y 20 aeropuertos –diez de ellos internacionales.

La Plaza de la Revolución es uno de los principales puntos de interés para el turista que desea conocer la capital del país y su historia.
Las características geográficas de Cuba y la fácil conexión entre sus polos principales permiten combinar, en una misma estancia, diferentes modalidades e intereses, básicamente en torno al turismo de sol y playa, eje de una gran diversidad de circuitos, concertado mayormente con el turismo cultural y de ciudad –algunas urbes cubanas son de las más antiguas del continente.
Sitios de interés histórico, cultural, patrimonial, económico o científico, así como destinos de playa y naturaleza son visitados mediante estas opciones. Cuba posee más de 300 playas, algunas consideradas entre las mejores del Caribe y el mundo; 11 patrimonios mundiales declarados por la UNESCO –siete culturales, dos naturales y dos obras inmateriales– y seis reservas de la Biosfera.
Pero su mayor atributo radica en la seguridad para el visitante y la gentileza y alegría de los pobladores que lo acompañan durante todo su itinerario por la mayor de las Antillas.