Foto: ©RFranca/123RF

por Frank Martín

Las conjeturas para 2022 sobre lo que hará la modalidad Ómicron del Covid-19 al turismo en el continente americano plantea varios criterios, uno de ellos es si será posible o no una “convivencia pacífica”.

Un factor incuestionable para la Organización de Turismo del Caribe (CTO) es que ya hay “luz al final del túnel” sobre el control de la pandemia a partir de lo que llama una “coexistencia” del mundo de los viajes y el hotelería con el coronavirus.

Un análisis de la CTO publicado en su sitio web destacó un espíritu «positivo» en la industria turística regional pese a la incertidumbre provocada por la aparición del «ómicron» que aún estaría lejos de disolverse.

Los expertos de la organización tomaron para su estudio las circunstancias de los últimos 18 meses de combate a la Covid-19, que “han demostrado su resiliencia en la creación de estrategias de recuperación”.

Elogió los protocolos de viaje actualizados con frecuencia y las colaboraciones con socios regionales e internacionales en las áreas de salud y apoyo y desarrollo económico.

La entidad citó estadísticas del tercer trimestre de 2021, cuando hubo 5,4 millones de llegadas de turistas al Caribe, casi tres veces las llegadas del mismo período de 2020, pero todavía un 23,3% por debajo de los niveles de 2019.

Sin embargo, a principios de 2022, CTO se dio cuenta de las dudas que parecen seguir creciendo. Recordó que los efectos de la nueva variante están afectando negativamente los viajes internacionales.

Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó sobre la propagación de la pandemia, que consideró demasiado rápida.

“Los casos en el continente americano casi se han duplicado y los expertos estiman que la propagación del virus seguirá aumentando”, advirtió la organización, cuyo criterio parece crucial y objetivo al ser una parte muy importante de la guerra contra la pandemia.

Sin embargo, en un momento la CTO y la OPS coincidieron en que el continente americano y en especial el Caribe están enfrentando el repunte de casos mejor que en el pasado.

La OPS puso como ejemplo que la tasa de mortalidad es menor porque varias naciones ya aplican vacunas de refuerzo contra el virus.

Su directora Carissa Etienne señaló otro dato que no permite a los especialistas afirmar con claridad que seguirá ocurriendo con la pandemia en 2022.

“Las infecciones se aceleraron rápidamente durante la temporada navideña, alcanzando niveles de transmisión nunca antes vistos durante esta pandemia”, dijo durante una conferencia virtual.

Otra figura citada por Etienne es indiscutible. La región registró 3,4 millones de casos tras escuchar las campanadas de Año Nuevo el 1 de enero. Una semana después subió a 6,1 millones el 8 de enero, casi el doble.

Las conjeturas se vuelven más esperanzadoras cuando se encuentra una alta tasa de vacunación, incluidas las dosis de refuerzo, en un país. Sin embargo, palidecen cuando el número de ciudadanos que no quieren vacunarse es muy alto en un destino.

Estadísticas de la OPS aseguran que cerca del 60% de la población de América Latina y el Caribe ya recibió el esquema completo de vacunación. El otro 40% que no lo ha hecho se considera de muy alto riesgo de contagio. Para el resto de la población.

Hay 10 países americanos que aún no han llegado al 40% de población vacunada. Los llamados a la inoculación son cada vez más fuertes.

Etienne consideró que una meta es «tener el 70% de la población vacunada para el 1 de junio» y para ello será necesario ampliar las campañas de vacunación y «tener mayor acceso a las vacunas», dijo.

En esta parte del mundo, Estados Unidos tiene la mayor cantidad de casos y Paraguay y Argentina tenían un alto índice de contagios hace más de una semana.

Durante siete días de enero, unos 135.000 mexicanos contrajeron la Covid-19, cifra récord desde el inicio de la pandemia.

Un concepto generalizado es que Ómicron es más liviano en comparación con las modalidades anteriores, especialmente la Delta, percepción que es bien recibida en el continente americano y también en el mundo. Pero las alarmas planetarias siguen altas.

Ferromar

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