Crónicas desde Turín: La bandera en el edificio de enfrente
La tarde me reserva una sorpresa. Estoy en mi cuarto, intento terminar la crónica del día, pero un médico me interrumpe. Tiene lágrimas en los ojos. Me arrastra hasta su habitación, al otro lado del pasillo. Desde que traspaso la puerta la veo por los cristales de la ventana, es mi bandera, la bandera cubana: en el edificio de enfrente los estudiantes la han puesto.