Especial TTC: Cerro Tusa, un paraíso para el ecoturismo

Por: José Luis Perelló

Al suroeste del departamento de Antioquia, en Colombia; se encuentra una de las pirámides naturales más altas del mundo: el Cerro Tusa. Una formación geológica que por sus hallazgos arqueológicos y su riqueza natural y cultural se ha convertido en un símbolo de la región, y un destino de naturaleza al igual que la gran Piedra del Peñol de Guatape -una de las atracciones más visitadas en Antioquia, por miles de viajeros provenientes de diferentes partes del mundo, interesados en conocer las maravillas turísticas que ofrece este lugar-.

Antioquia es un departamento de Colombia, localizado al noroeste del país, con un territorio de 63.612 km² que limita al norte con el mar Caribe. Es el sexto departamento más extenso de Colombia, y el más poblado. Su organización territorial comprende nueve subregiones y su capital es la ciudad de Medellín.

Este lugar presenta una diversidad geográfica significativa ya que conjuga todos los elementos de la geografía colombiana: mar, llanuras, montañas, altiplanos, páramos, ríos, ciénagas y bosques.

Cerro Tusa es un parque público que servirá para impulsar el desarrollo local, educar, atraer el turismo sostenible y aportar a la conservación de este ecosistema. La montaña de origen volcánico emergió durante el período Terciario, hace aproximadamente 50 millones de años. Junto con Cerro Bravo, estas formaciones representaron las chimeneas de un antiguo volcán. La altura de este cerro alcanza los 1.850 metros sobre el nivel del mar y su figura se alza majestuosa en medio de la cordillera central de los Andes colombianos.

Cerro Tusa se caracteriza por ser un importante escenario ancestral pues fue hogar de pueblos indígenas que dejaron una huella imborrable en la región. En esta zona, los arqueólogos han descubierto evidencias de presencia humana que datan de hace unos 2.000 años. Entre los puntos más significativos a nivel histórico se encuentran las cuevas de Santa Catalina, utilizadas como santuarios y sitios de ofrendas, así como petroglifos en las veredas. Estos lugares, cargados de simbolismo, eran puntos de convergencia espiritual para los antiguos pobladores de la zona.

El sitio fue una especie de santuario precolombino entre los años 0 y 800 de nuestra era, donde los Zenufaná, ancestros de las tribus encontradas por los conquistadores españoles en el siglo XVI, habitaron la cuenca de la quebrada Sinifaná. Estos indígenas realizaban ofrendas en las cuevas de Santa Catalina, donde se han encontrado cerámicas finas, herramientas líticas y restos óseos de animales y semillas.

En la base de Cerro Tusa se encuentra una piedra con once peldaños que posiblemente sirvió como altar ceremonial. Conocida también como la piedra de las escalas o el Altar de sacrificios, este sitio ofrece una vista directa a un enorme megalito con forma de rostro humano, denominado La Cara de la Diosa o La cara de la India. A unos tres metros hacia el oriente del altar de los sacrificios e incrustada en el canalón, se encuentra una piedra que en su imperfección natural simula el aspecto de una silla, conocida popularmente como la Silla del Cacique.

En 2017, Cerro Tusa fue declarado Área Protegida y en 2019 se estableció el Parque Arqueológico y Natural del mismo nombre. Estas acciones buscan salvaguardar un área de 1.213 hectáreas que incluye el antiguo camino prehispánico, petroglifos, cuevas y otros sitios de interés histórico; reconociendo así la importancia de preservar este patrimonio. Este ecoparque público busca proteger tanto el patrimonio natural como cultural del cerro.

Los responsables del proyecto “Parque Cerro Tusa-La Montaña Sagrada” han asegurado que el ascenso a la cima del cerro esté habilitado y seguro para los visitantes, respetando la capacidad de carga para proteger tanto al patrimonio como a los turistas. El parque también contará con construcciones sostenibles y senderos diseñados para minimizar el impacto ambiental, permitiéndoles a los visitantes disfrutar el entorno sin poner en riesgo su integridad.

Desde hace algunos años, Cerro Tusa se ha convertido en un atractivo para los amantes del senderismo y el turismo. Por ser considerado un lugar de encuentro con la naturaleza y la historia, muchos viajeros de todas partes del país y de la región andina lo visitan para recorrer sus caminos ancestrales, hacer senderismo, observación geológica y hasta para vivir una experiencia de introspección y reflexión.

Varias agencias locales de turismo ofrecen planes para un máximo de 20 personas, desde Medellín, con transporte y alimentación incluida para realizar expediciones, caminatas ecológicas y tours guiados en esta maravilla natural. Se cuenta que subir Cerro Tusa es como “una analogía o similitud con el camino de la vida”. No es fácil siempre, hay que estar muy atentos y muy despiertos, con la consciencia abierta a las nuevas experiencias, a conectarse con la Tierra, con el cielo, con los compañeros de camino y, sobre todo, con lo que uno tiene adentro. Un antropólogo y arqueólogo colombiano, resaltó el impacto espiritual de la montaña, describiéndola como una experiencia inigualable. “Es no solo un viaje al pasado, a la geología y la naturaleza, sino un viaje al interior de cada ser humano”

Finalmente, el proyecto contará con un centro de guardia, senderos y diferentes espacios o puntos denominados: Saludo a la Montaña Sagrada, Viaje a la memoria, Cátedra de la naturaleza, Piedra del eco, Cocina ancestral, Conexión con el cielo, El jardín de piedras, la casa del botánico, el Mariposario, el ágora, entre otros.

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